¡Cómo olvidar las fotos anuales de López Obrador, opositor, cuando se daban los gasolinazos! En ese entonces, y también al asumir la Presidencia, dijo que retiraría el IEPS y que la gasolina estaría a 10 pesos el litro. Ahora dice que no; que él nunca dijo que “bajaría el precio”, pero ahí están los videos para desmentirlo.
Total, que la realidad de los verdaderos datos señala que fue puro alardeo eso de acabar con los gasolinazos, igualito que ha ocurrido con la corrupción. En el 2018 el precio de la Magna era de 18.32 y la Premium estaba a 19.87. Estrenando el 2024 el aumento promedio que se ha dado es de entre 5 y 6 pesos en ambos casos. Eso sí, en julio del 2022, López Obrador se ufanó ante Biden de que en México la gasolina era más barata que en Estados Unidos. Pues bien, quizá por un momento; hoy ciertamente es al menos un 40% más cara. En EU ronda los 12 pesos el litro.
Hace apenas unos seis o siete años, en las “atroces” épocas neoliberales, cuando la gente de López Obrador protestaba en las calles por los gasolinazos, la gasolina llegó a costar 18 pesos el litro. Ahora que el líder moral de Morena habita Palacio Nacional y que se logró desterrar la corrupción (ajá), la gasolina está como mínimo en los 24 pesos (y hablo del ‘mínimo’ porque, conforme a los propios datos oficiales del gobierno, en unas gasolineras llega a los 29.99 por litro), pero no hay ni una manifestación callejera. ¿Dónde se fueron los agitadores? ¿O será que ahora ganan en dólares y como se ha apreciado nuestra moneda no les importa el incremento de la gasolina?
Obviamente no, pues cuando el tipo de cambio estaba a 20 pesos por dólar, la gasolina estaba a 18 pesos. Ahora que el dólar está a 16.98 pesos, la gasolina alcanza los 23. Ergo, el peso se apreció en un 12% y la gasolina aumentó su precio en un 27.7%…
Y recordemos que la gasolina sigue siendo mayormente importada. O sea que, aunque la inversión en Dos Bocas ya superó los 24 mil millones de pesos, esta refinería sigue sin producir una sola gota de gasolina. Pero se barrió la corrupción. Ah, no, eso tampoco.
La obra se presupuestó en ocho mil millones de pesos… Sin funcionar, con corrupción, pero inaugurada… e inundada. Sí, se construyó en zonas bajas propensas a quedar bajo el agua.
En el interim, Pemex está en quiebra (sí se puede estar peor que en el 2018). Le debe dinero a sus proveedores, mientras que el precio de la gasolina hasta fines del 2023 sólo se mantuvo estable gracias a la subvención que hacen los contribuyentes vía Hacienda (el IEPS que recauda el gobierno por cada litro de gasolina casi alcanza los cinco pesos).
Y si bien sabemos que el subsidio a la gasolina impacta de mayor forma a quien mayor número de vehículos tiene, esto es, se trata de un subsidio inverso, el eliminar el subsidio a los combustibles ‘de un jalón’ afectaría a todas las personas (incrementos en el precio del transporte público, de los alimentos, de los servicios; mayor inflación, pues).
Menuda herencia que se le está dejando al siguiente gobierno. Un ingrediente más para una posible crisis devaluatoria. Espero todos los equipos político-partidistas estén planeando muy estratégicamente las decisiones que en materia energética se deberán tomar de inmediato. ¿Podrán hacer un ejercicio de prospectiva o sólo saben pensar en votos?