Claudia Sheinbaum no está satisfecha con los tiempos que Mario Delgado maneja en Morena para definir las candidaturas de la 4T en los estados. Con excepción de las nominaciones al Senado en ocho entidades que tuvieron lugar en diciembre, todavía en el oficialismo el estado general es de fuerte incertidumbre.
La semana pasada, por ejemplo, el cronograma del dirigente señalaba que se iban a dar a conocer los candidatos a San Lázaro pero nada sucedió y no hay certeza de que vaya a ocurrir esta semana.
En el comando de Sheinbaum consideran elemental que antes de que termine enero ya se repartan las candidaturas y se realicen los operativos cicatriz correspondientes para evitar potenciales fugas hacia otros espacios políticos.
Según mencionan en Morena, Delgado está complicado con el procesamiento de las encuestas en varios estados. Nada nuevo: en la interna entre Marcelo Ebrard y Sheinbaum también se registraron una serie de desinteligencias que luego darían lugar a los reclamos del excanciller.
Cerca de la candidata observan que Delgado está muy acostumbrado a no responder en materia de plazos y a no tener supervisión alguna, rasgo que de cara a la campaña esperan revertir.
Entienden además que para el dirigente la coordinación de la contienda nacional siempre fue una suerte de Plan B porque en realidad él quería competir por Morena en la CDMX.