El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró hoy al país en estado de “Conflicto Armado Interno” y ordenó al ejército salir a las calles a combatir a los “terroristas”, luego de la toma de rehenes en una televisora y otras irrupciones violentas en el país.
En un comunicado, Noboa dijo que firmó un decreto “declarando Conflicto Armado Interno” en Ecuador, un día después de declarar estado de excepción.
El mandatario, quien asumió apenas el 23 de noviembre pasado, identificó “a los siguientes grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes: Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7, Tiguerones”.
Acto seguido, dijo que ordenó “a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos”.
La declaratoria de conflicto armado interno se suma al decreto de excepción que emitió Noboa tras una serie de disturbios en al menos seis cárceles del país, que implicó la retención de guardias penitenciarios y la quema de colchones.
El estado de excepción permite la actuación de las Fuerzas Armadas, en apoyo a la Policía, para el control de los centros carcelarios.
En su comunicado de hoy, el mandatario indicó que las Fuerzas Armadas podrán ejecutar acciones milites “bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humano”.
La decisión se tomó después de que un grupo de encapuchados, armados con fusiles y granadas, irrumpió durante la transmisión en vivo de la televisión pública TC en Guayaquil, en una nueva arremetida del narco que sacude a Ecuador desde hace dos días.
“No disparen por favor, no disparen”, se escucha suplicar a una mujer en las imágenes televisadas, mientras otras personas sentadas en el piso se cubren el rostro.
Las personas armadas mostraban su arsenal, hasta que las luces del set se apagaron. La señal en vivo continuó transmitiendo los disparos, gritos y lamentos que se escuchaban fuera de cámara.
“Por favor, entraron a matarnos”, escribió a un periodista de la AFP una de las personas que estaba adentro del canal durante el ataque.
La intimidación en directo duró unos 30 minutos y luego se observó el ingreso de policías.
Encapuchados ingresaron también a la Universidad de Guayaquil, donde videos mostraban escenas de pánico. También habrían ingresado a un hospital de Guayaquil, con el objetivo de secuestrar médicos, según medios locales.