La lista de Epstein no es en realidad una lista. Al menos, no una lista de clientes, ni de quienes viajaron a su isla. Aunque hay algunas enumeraciones de nombres, en la mayoría de los casos las personas aparecen mencionadas en los documentos en contextos heterogéneos. Junto a personas que cometieron actos sexuales con algunas de las víctimas, hay otras que aparecen solo de forma tangencial, porque se pregunta por ellas o porque son víctimas, o empleados. En la inmensa mayoría de los casos, no hay indicios de conductas reprobables, aunque la mera aparición de un nombre se haya mostrado tóxica para su reputación, en medio de la desinformación que circula sin freno por las redes sociales, donde también han aparecido numerosas listas falsas.
Los nombres aparecen en más de 900 páginas sobre los que levantó este miércoles el secreto de sumario Loretta Preska, la jueza que se ha hecho cargo del caso de la demanda por difamación que presentó en 2015 una de las víctimas, Virginia Giuffre, contra la que fue amante y socia de Epstein, Ghislaine Maxwell. Es un primer lote de documentos al que seguirán otros. Jeffrey Epstein se suicidó en agosto de 2019 en su celda de una prisión de alta seguridad de Manhattan mientras esperaba el juicio por sus delitos sexuales.
Lo que sí hay con la desclasificación de los papeles es una lista de documentos. Son 40 de variado contenido. Esta es una guía.
Documento 1: “Necesito tiempo para procesar”
El primero de los documentos es un correo electrónico enviado por Ghislaine Maxwell a su abogado en 2015. En él, la examante y socia de Jeffrey Epstein se muestra abrumada tras haber sido demandada por difamación por Virginia Giuffre, una de las víctimas. “Al parecer, incluso decir que Virginia es una mentirosa tiene peligro”, señala. Maxwell subraya que nunca había tenido una demanda civil ni penal. “Necesito tiempo para procesar”, asegura. Posteriormente, la heredera Ghislaine Maxwell, hija del magnate de la comunicación Robert Maxwell, saldó con un acuerdo extrajudicial la demanda de Giuffre (de la que proceden todos los documentos), pero fue procesada penalmente, declarada culpable de tráfico sexual de menores y sentenciada a 20 años de cárcel en junio de 2022.
Documento 2: actividad sexual “adulta”
Los abogados de Giuffre, la demandante, piden al juez en un escrito que obligue a Maxwell, la demandada, a responder preguntas sobre si ella dio masajes a Jeffrey Epstein y practicó sexo con él. Maxwell había rechazado contestar esas preguntas relativas a actividad sexual “adulta”, pero los abogados de la demandante creen que es importante que responda porque ella fue la que le enseñó a Giuffre a hacer los masajes con contenido sexual para los que fue contratada cuando era una menor y probarían un patrón de actuación.
Documento 3: “Nunca he tenido sexo no consentido con nadie”
Se trata de la transcripción de un fragmento de una declaración de Maxwell en abril de 2016 que se le pregunta por otra de las víctimas, Johanna Sjoberg. Maxwell dice que le dio “consejo profesional” para ser masajista, lo que define como “una maravillosa oportunidad de trabajo”. Admite que Johanna le practicó masajes a ella, pero rechaza contestar si practicó sexo con ella. “Nunca he tenido sexo no consentido con nadie”, asegura.
Documento 4: Clinton aparece por primera vez
En otro fragmento de la declaración de Maxwell, sigue sosteniendo que las acusaciones de tráfico de menores para practicar sexo con Jeffrey Epstein son “una gigantesca maraña de mentiras”. En ese fragmento, aparece citado por primera vez en este lote de documentos el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton. La demandada asegura que “las alegaciones de que Clinton tuvo una cena en la isla de Jeffrey son 100% falsas”. En cambio, sí comió a bordo del avión. En 2019, el expresidente reconoció que había volado en el avión privado de Epstein en varias ocasiones en 2002 y 2003, pero aseguró que no sabía nada de los “terribles crímenes” del millonario.
Documento 5: “Me hubiera gustado considerarme su novia”
Este documento pertenece también a la misma declaración de abril de 2016. Es otro fragmento más amplio. En él, Maxwell reconoce haber visitado Mar-a-Lago, el club privado de Donald Trump en Palm Beach (Florida). Es conocida la relación que tenía Trump con Jeffrey Epstein y no se entra en más detalles en esta declaración. Maxwell dice que contrataba muchos empleados de todo tipo para Epstein y que una parte muy pequeña de su trabajo “era de vez en cuando encontrar masajistas profesionales adultos” para el financiero multimillonario. En el interrogatorio se pregunta a Maxwell por algunas de las chicas reclutadas y sobre si se facilitaron chicas a algunas personas como el inversor Glenn Dubin, el agente de modelos Jean Luc Brunel (que se suicidó en prisión en Francia antes de ser juzgado por delitos sexuales) y el exconsejero delegado de Limited y Victoria’s Secret, Leslie Wexner. La demandada se muestra evasiva. También le preguntan si era la novia de Epstein: “Es una pregunta complicada. Hubo momentos en los que me hubiera gustado considerarme su novia”, contesta. También señala que el príncipe Andrés visitó la isla de Epstein, pero que en aquella ocasión no había chicas.
Documento 6: En busca de respuestas
Es otra petición de la demandante para que se ordene a Maxwell que responda a preguntas sobre la actividad sexual relacionada con el abuso sexual y tráfico sexual de Epstein sin evasivas.
Documento 7: Un empleado de Epstein
Es una declaración de 2009 de Alfredo Rodríguez, que trabajaba para Jeffrey Epstein
Documento 8: Me acojo a la Quinta Enmienda
Se trata de una petición de la demandante para que declaren como testigos del caso de la demanda civil tanto Jeffey Epstein como Sarah Kellen y Nadia Marcincova, señaladas por colaborar en la red de captación de mujeres. Se recoge que en otros casos, al ser interrogadas estas dos últimas, se han refugiado en el derecho a no declarar contra sí mismas. “Me acojo a la Quinta Enmienda”, declaraban reiteradamente.
Documento 9: Una orgía para el príncipe Andrés
Se trata de un documento de otro caso de Florida. En él, dos víctimas cuya identidad se mantiene anónima solicitan unirse a una demanda alegando que han sido forzadas a practicar sexo con famosos, políticos, presidentes, “un conocido primer ministro” y otras personas. Se da más detalles sobre el príncipe Andrés. “La desconocida nº 3 fue obligada a mantener relaciones sexuales con este Príncipe cuando era menor de edad en tres lugares geográficos distintos: en Londres (en el apartamento de Ghislaine Maxwell), en Nueva York y en la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes de Estados Unidos (en una orgía con otras numerosas chicas menores de edad). Epstein ordenó a la desconocida nº 3 que le diera al Príncipe todo lo que pidiera y exigió a la desconocida nº 3 que le informara de los detalles del abuso sexual”, dice el texto.
Documentos 10 y 11: Más declaraciones
En este escrito de mayo de 2016 se hace un resumen de los testimonios de Maxwell y de la víctima Johanna Sjoberg y la demandante solicita interrogar a 15 testigos adicionales, entre ellos el propio Jeffrey Epstein y varios de sus empleados. En otro texto de ese mismo mes se solicita precisamente superar el límite legal habitual de 10 declaraciones en este tipo de demandas.
Documento 12: El príncipe Andrés, Trump, Clinton, Michael Jackson, David Copperfield…
La declaración de Johanna Sjoberg, de 179 páginas, es quizá el documento estrella de todo el lote sobre el que la jueza ha levantado el secreto de sumario. En ella cuenta que en un encuentro en el que también estaba Virginia Giuffre descubrió que estaba con el príncipe Andrés porque había una marioneta de guiñol del propio príncipe con su nombre y que le pareció divertido. “Solo recuerdo que alguien sugirió hacer una foto, y nos dijeron que nos pusiéramos en el sofá. Así que Andrew y Virginia se sentaron en el sofá, y pusieron la marioneta en su regazo. Y entonces me senté en el regazo de Andrew, y yo creo que por mi propia voluntad, y ellos tomaron las manos de la marioneta y las pusieron sobre el pecho de Virginia, y entonces Andrew puso las suyas sobre el mío”, relata.
En esa misma declaración, la víctima asegura que Epstein le dijo en una ocasión que “a [Bill] Clinton le gustan jóvenes, refiriéndose a las chicas”. En 2019, el expresidente reconoció que había volado en el avión privado de Epstein en varias ocasiones en 2002 y 2003, pero aseguró que no sabía nada de los “terribles crímenes” del millonario. Sjoberg también cuenta que una vez que iba en el avión privado del magnate, los pilotos les dijeron que no podían aterrizar en Nueva York y que se desviarían a Atlantic City y entonces “Jeffrey [Epstein] dijo: ‘Genial, llamaremos a Trump e iremos (…) al casino”.
A la testigo se le pregunta si tuvo relaciones con él o le dio masajes, a lo que ella responde que no, en una serie de preguntas en que también se cita al científico Marvin Minsky, al cineasta George Lucas y al abogado Alan Dershowitz, en todos los casos con respuestas negativas.
Sjoberg también indica que se encontró con Michael Jackson en la mansión de Epstein en Palm Beach (Florida), al que dice que no le hizo ningún masaje, y en otra ocasión con el mago David Copperfield. Este hizo algunos trucos de magia y le preguntó, según su declaración, si sabía que “a las chicas se les paga por encontrar otras chicas”.
Documento 13: La detención de Epstein
Se trata de un atestado policial de Palm Beach (Florida) de 2005 con el primer incidente que hizo estallar el escándalo Epstein. Fue detenido tras ser acusado de pagar a una niña de 14 años por mantener relaciones sexuales, que en parte se describen en el atestado. Decenas de otras menores de edad describieron abusos sexuales similares, pero los fiscales finalmente permitieron que el financiero se declarara culpable en 2008 de un cargo que implicaba a una sola víctima.
Documento 14: Stephen Hawking
Se trata de dos correos electrónicos. Uno de ellos, con múltiples erratas, está escrito por Jeffrey Epstein y dice: “Se puede ofrecer una recompensa a cualquiera de los amigos y conocidos de Virginia que den un paso y ayuden a probar que sus acusaciones son falsas. La más fuerte es la cena con Clinton, y la nueva versión en islas Vírgenes de que Stephen Hawking participó en una orgía de menores de edad”.
Documentos 15 y 16: Privilegio abogado-cliente
Es un largo listado de correos electrónicos de la demandante sujetos a secreto profesional por contener comunicaciones con sus abogados en relación con el caso. Hay otro listado, más corto, de mensajes de la demandada, también sujetos al privilegio abogado-cliente.
Documentos 17 y 18: Objeciones
La demandada expresa objeciones a algunas de las solicitudes de la demandante de que aporte documentos a la causa. La demandante, a su vez, rechaza en otro documento aportar ciertos documentos por el privilegio abogado-cliente. Se trata de escritos con argumentaciones jurídicas, pero que no aportan contenido sustancial.
Documento 19: “Un masaje significa sexo”
Es un fragmento de los testimonios dados por la demandante. Virginia Giuffre dice que Ghislaine Maxwell le pidió dar masajes a Glenn Dubin; al príncipe Andrés, y a Bill Richardson, que fue gobernador de Nuevo México. “Un masaje significa sexo”, precisa Giuffre. En esa declaración, otra de las más potentes desveladas en este lote, Giuffre también dice que la enviaron a practicar sexo con el agente de modelos Jean Luc Brunel, al dueño de una cadena hotelera (en torno a la fecha del cumpleaños de la supermodelo Naomi Campbell, en cuya fiesta estuvo), al científico Marvin Minsky, a “otro príncipe” y a muchas personas más que no recuerda. Tomó notas, pero luego las quemó de acuerdo con su marido, porque ambos son personas “muy espirituales”, dice.
Documentos 20, 21 y 22: Rifirrafe por las declaraciones
Los abogados de Maxwell se oponen a que se supere el límite de 10 tomas de declaraciones o, subsidiariamente, piden que la demandante corra con los gastos extra, mientras que los de Giuffre señalan la importancia de tener esos testimonios, entre ellos el de una persona cuyo nombre se mantiene tachado. Lo reitera su letrado en otro documento, que luego se corrige.
Documento 23: Repetición sobre el príncipe Andrés
Es un fragmento de la declaración de Johanna Sjoberg, donde se repite el incidente de la marioneta en que cuenta que el príncipe Andrés le tocó el pecho.
Documento 24: Petición de declaración de Clinton
Los abogados de la demandante solicitaban en su petición corregida de superar el límite de 10 testigos que declarara el expresidente Bill Clinton, aunque no lo lograron.
Documento 25: Más sobre los testigos
Otro escrito procesal acerca del rifirrafe sobre el número de deposiciones de testigos.
Documento 26: Fragmentos repetidos
Sin que quede clara la causa, aparecen de nuevo fragmentos repetidos de la declaración de Johanna Sjoberg, incluido por tercera vez el episodio en que el príncipe Andrés le tocó el pecho.
Documentos 27 y 28: Asuntos procesales
Otro escrito procesal más acerca de si se debería superar el límite habitual de 10 declaraciones de testigos y uno adicional sobre si se debía ampliar el plazo de declaración de los testigos.
Documento 29: Un testigo
Declaración de Rinaldo Rizzo, que trabajaba para Glenn Dubin y Eva Anderson Dubin, sin grandes revelaciones.
Documento 30: Interrogada sobre Andrés de Inglaterra
Son 27 páginas con parte de la declaración de Virginia Giuffrede mayo de 2016. En concreto, la demandante habla acerca de sus cuadernos, donde anotó los recuerdos vividos con Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein, que quemó en una hoguera junto a su marido en 2013. También le preguntan por la fotografía junto al príncipe Andrés de Inglaterra, que afirma haber tomado ella misma y cree tener, seguramente guardada en cajas en la casa de sus suegros en Sídney, Australia, donde ahora reside con su esposo e hijos. También explica ahí que ella contó que Bill Clinton había volado en helicóptero junto a Ghislaine Maxwell porque a ella misma se lo contó Maxwell, no porque Clinton se lo hubiera dicho ni porque ella estuviera en ese aparato.
Documento 31: Buscando pruebas de Brunel
En este documento de febrero de 2016, la demandante busca investigar con “documentos, información u objetos” al agente de modelos Jean Luc Brunel, quien se suicidó en la cárcel parisina de La Santé en febrero de 2022, antes de ser juzgado por violación, aunque en ese momento esa orden se remite a su residencia, sita entonces en Florida. Le exigen documentos y pruebas como grabaciones, CDs, fotografías, pruebas de pagos o de viajes, grabaciones telefónicas… entre 1996 y 2016 que estén relacionados o en los que aparezcan tanto la propia Virginia (entonces apellidada Roberts), Jeffrey Epstein o Ghislaine Maxwell (entre otros, cuando estén en presencia de menores de edad), el abogado Alan Dershowitz o “Emmy Taylor, Sarah Kellen o Nadia Marcinkova”, tres de las supuestas víctimas menores de edad de Epstein. En este documento también se informa de que se grabará la declaración de Brunel el 7 de junio de 2016, aunque finalmente se postergó unas semanas.
Documento 32: El piloto y el detective
El dato clave de este documento aparece tachado en negro: el nombre de la persona al que está dirigido. Es una citación por parte de los abogados de Virginia Giuffre para que esa persona, hombre o mujer, testifique en junio de 2016, de nuevo aportando toda documentación, correspondencia, grabaciones, anotaciones… que sea de interés para el caso durante los últimos 20 años. Solo se cita un nombre de pasada: el de David Rodgers, que fue piloto de Epstein durante 28 años y bajo cuya supervisión volaron varias de las víctimas a finales de los noventa. Se piden informaciones sobre Sarah Kellen, asistente contratada por Epstein a principios de los 2000, quien agendaba los masajes en los que después abusaba de decenas de mujeres, y sobre Nadia Marcinkova, una de las víctimas. También se cita a declarar, en junio de 2016, a Joe Recarey, el investigador que dio los primeros pasos contra Epstein en Florida y que murió en 2018.
Documento 33: Ghislaine Maxwell persigue a Giuffre por evasivas
En este documento de abril de 2016, Ghislaine Maxwell acusa a Virginia Giuffre de “jugar al juego de atrapar y soltar”, de aportar los datos sobre su salud que quiere y cuando le convienen. “Está reteniendo información que el tribunal ordenó que se presentara y solo la divulga cuando es sorprendida en su engaño”. En concreto, Maxwell afirma que sus abogados le han pedido a Giuffre información sobre sus proveedores médicos y que esta ha evitado hacerlo: “Toda esta información es directamente relevante y necesaria para defenderse de las reclamaciones de daños y perjuicios de la demandante por ‘lesiones psicológicas y psiquiátricas y los gastos médicos resultantes”. Cuando se exponen algunas de las dolencias o de los resultados médicos de Giuffre, físicos o psicológicos, aparecen tachados.
Documento 34: Tecnicismos legales
El documento 34 tiene apenas cuatro folios y son puros tecnicismos. En él Laura A. Menninger, abogada del bufete que defiende a Ghislaine Maxwell, certifica que se han presentado 14 pruebas, como declaraciones y transcripciones de las mismas, sobre todo de Virginia Giuffre y de su madre, Lynn Trude, relacionadas con esas evasivas de las que Maxwell la acusaba en el documento 33.
Documento 35: “Ghislaine Maxwell me introdujo en la industria del tráfico sexual”
Este es uno de los principales documentos publicados, en el que a lo largo de 12 páginas se transcriben 40 folios de declaraciones de Virginia Giuffre en mayo de 2016. El texto arranca con una pregunta a medias: “… otro príncipe, el propietario de la gran cadena hotelera y [el científico] Marvin Minsky, ¿hay alguien más con quien Ghislaine Maxwell la obligara a mantener relaciones sexuales?” La respuesta: “Estoy segura, definitivamente, de que lo hay. Pero ¿puedo recordar el nombre de todo el mundo? No”. Al ser preguntada si puede dar más detalles, Giuffre afirma: “Mire, les he dado todo lo que sé. Lo siento. Esto es muy difícil para mí y es muy frustrante tener que volver a pasar por todo. No… no me acuerdo de todo el mundo. Me mandaban con una cantidad enorme de gente”.
Giuffre reconoce no tener notas, haber quemado sus diarios, como contaba en el documento 30, escritos a posteriori y que solo ha leído su marido. Solo ha hablado de este asunto con él, no con amigos o en su nueva vida en Colorado, EE UU, primero, y en Sídney, Australia, después. Vuelve a salir la pregunta sobre Clinton y el helicóptero; de quien sí habla es de Alan Dershowitz: “Se miente a sí mismo; el príncipe Andrés se miente a sí mismo”. También afirma que hace años que toma medicación “para controlar el dolor sufrido a manos de Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein”. “Ghislaine Maxwell me introdujo en la industria del tráfico sexual. Fue quien abusó de mí de manera regular. Es la que me exhibía, me decía qué hacer, me entrenó como esclava sexual, abusó de mí física y mentalmente”, afirma, asegurando que Maxwell le ha hecho daño doblemente, al asegurar que su testimonio es mentira.
Documento 36: Tecnicismos del equipo de Maxwell
En contraste con la cantidad de contenido del anterior, el documento 36 son apenas tres folios, de nuevo firmados por la abogada Laura A. Menninger, del equipo defensor de Ghislaine Maxwell, en los que consta que presenta 13 pruebas: cartas, registros médicos y copias de las declaraciones de Virginia Giuffre, de su madre y de su médico.
Documento 37: Las pruebas que Virginia Giuffre no quiere presentar
Este documentoson casi medio centenar de folios que conforman la llamada prueba C. En él se presentan segundas respuestas y modificaciones a una veintena de declaraciones de Giuffre, y sobre todo su negativa a presentar más pruebas, porque asegura que esto viola la ley, entre otras cosas porque la norma afirma que el máximo de interrogatorios es de 25 por persona y que Giuffre en ese momento ya llevaba 59 declaraciones. Giuffre también se opone a ciertas solicitudes de pruebas y declaraciones (como a dar su dirección actual o pasada, por ejemplo, sus pasaportes, sus extractos bancarios o sus recetas médicas), porque asegura que o ya las ha presentado (como fotografías con el príncipe Andrés o contratos de trabajo en Mar-a-Lago, entre otros) o que violan esa ley y se saltan el privilegio abogado-cliente. “Solo se requieren para invadir su intimidad, con el único fin de acosar e intimidar a la señora Giuffre, que fue víctima de trata sexual”. En ese documento se opone también a la solicitud de que aporte las fotografías y vídeos que tenga en que aparezca con una serie de personas, entre ellas Bill Clinton, el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore y el científico Stephen Hawking.
Documento 38: El presidente “español”, viajes a Tailandia y Francia, el cumpleaños de Naomi Campbell
Similar al documento 35,aquí hay casi 90 folios de declaraciones de Giuffre, en una declaración realizada (y grabada; estas son las transcripciones) en mayo de 2016. Cada folio está dividido en cuatro, lo que supone más de 330 páginas de declaraciones. A lo largo de las mismas, Giuffre detalla cómo es su vida ahora, en Australia, tras haber sido en los 2000 víctima de Jeffrey Epstein y sobre todo de Ghislaine Maxwell, la demandada. Es aquí donde le preguntan si ha tenido encuentros sexuales obligados con presidentes extranjeros y asegura que sí. “Honestamente, no puedo recordar su nombre, tengo memoria visual…”, afirma, y cuando le piden describirlo dice: “Es español, alto, pelo moreno, tenía acento extranjero. Hombre. Diría que alrededor de 40 años”. El encuentro se produjo en Nuevo México, cree, donde Epstein tenía un rancho.
También explica que conoció a Ghislaine Maxwell mientras trabajaba en el club de Mar-a-Lago, en Florida, donde su padre era empleado de mantenimiento y le consiguió un trabajo para el verano. Desde entonces pasó con Maxwell y Epstein largas temporadas, desde que ella era menor de edad, con 16 años (había multitud de chicas explotadas, “sobre todo de entre 15 y 21 años”, “todas muy guapas”), y cómo la colmaban de regalos caros, como un viaje a Tailandia, y la explotaban por todo el mundo, también por Europa, donde recuerda viajes a París y al sur de Francia o al cumpleaños de la modelo Naomi Campbell. Le recordaban constantemente que tenían amigos muy importantes y que ella no debía “sobrepasar los límites con ellos”, y luego la ofrecían a famosos, políticos, millonarios: “Hay gente a que podría nombrar y gente que está borrosa. Pasaban muchas cosas”, relata Giuffre. Al pedirle nombrar a una de esas personas, asegura: “El príncipe Andrés [de Inglaterra]”. También habla de Bill Richardson, exgobernador de Nuevo México, del inversor Glenn Dubin, del pionero de la inteligencia artificialMarvin Minsky (fallecido en 2016) y de “otro príncipe cuyo nombre no recuerdo”.
Tras su paso por las manos de Maxwell y Epstein, ella ha sufrido ataques de ansiedad y problemas psicológicos. Giuffre también cuenta que ha tenido un contrato con el diario británico Mail on Sunday por el que le pagaron 140.000 libras por la foto con Andrés, y 20.000 más por dos historias impresas, así como que tiene un manuscrito de un libro sin publicar.
Documento 39: Intercambio de correos
Este documento de 35 folios está dividido en dos partes. Primero, una serie de correos electrónicos entre los abogados, o también por parte de la propia Virginia Giuffre, donde les pide detalles del caso o en los que se dirige al FBI o a organizaciones de víctimas. Después, un puñado de tablas donde se da cuenta de varias cadenas de correos (en general entre Giuffre y sus abogados) y se explica los temas que se tratan en ellos, desde el privilegio abogado-cliente a la discusión de ciertas pruebas, documentos, posibles declaraciones o asuntos relacionados con lo publicado por los medios.
Documento 40: “Personas que puedan tener información pertinente sobre hechos controvertidos”
El último documento consta de una veintena de páginas con una lista de 77 personas, denominada “Identidades de personas que puedan tener información pertinente sobre hechos controvertidos”, con sus nombres completos, direcciones y teléfonos (no de todos), que van desde Ghislaine Maxwell, en primer lugar, y Virginia Giuffre, en segundo, hasta el príncipe Andrés de Inglaterra, y con una pequeña descripción de esas personas: desde personal de Mar-a-Lago hasta el abogado Alan Dershowitz. Cuatro de los nombres están ocultos.
Nuevos documentos
Este jueves, la jueza ha desclasificado un segundo lote de 19 documentos con más de 300 páginas. A diferencia del primer lote no hay ninguna declaración exhaustiva de las víctimas de Epstein y su trama. Se incluyen numerosos mensajes cruzados entre la demandante y Sharon Churcher, periodista del tabloide británico Sunday Mail que contó la historia de Giuffre y sus relaciones con el príncipe Andrés. También hay otro correo electrónico en el que Giuffre afirmaba que Clinton fue a las oficinas de Vanity Fair “y les amenazó para que no escribieran artículos de tráfico sexual sobre su buen amigo [Epstein]”.
Hay algunos documentos repetidos y que ya se conocían. Aparece también un calendario de las declaraciones previstas; una lista de un centenar de testigos propuestos, similar a la que ya figuraba en el primer lote, donde se repiten nombres que ya han trascendido, pero se mantienen otros ocultos; solicitudes de informes médicos; la declaración de una víctima a la que no se identifica; la de un médico; la de un exnovio de la víctima, y la de un detective que estuvo encima del caso.