El folio de su receta de 12 dígitos termina con los números 478. Ella es derechohabiente del IMSS en la clínica número 77 de Tampico, Tamaulipas. La familia me solicitó no dar a conocer su nombre completo ni el número de seguridad social por temor a alguna represalia o a que la situación empeore en el servicio médico… si es que se puede más.
Doña Mariju tiene 77 años, pero por el frío de los días recientes y su estado de salud no pudo ir a recoger sus medicinas personalmente. Le tocó a su hijo. La receta tiene fecha del 3 de enero de 2023. Marca el consultorio 18, en el turno matutino. Firma la doctora Iris Yadira Bernal Badillo, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con cédula profesional 5221634.
El medicamento señalado dice: 6235, Perindopril/Indapamida, comprimidos, cada comprimido contiene perindopril arginina 5mg. Indapamida 1.25 mg, caja con 40 comprimidos. Vía de administración oral. Una tableta cada 24 horas, durante 30 días. Cantidad a surtir 1 caja.
El hijo de Mariju llegó a recogerlo, pero salió con las manos vacías. La despachadora separó las recetas, una por una. En un lado las que sí podía surtir y en otro lado las que no, entre esas la que más urgía para tratar la presión. Ante el desabasto, la despachadora le puso un sello que dice: “UMF 77, pendiente”. El hijo de Mariju le preguntó si la podía conseguir llamando a la recién inaugurada megafarmacia del Bienestar, de Huehuetoca, Estado de México. La despachadora le dijo que no tenía idea, que a ellos todavía no les habían explicado nada de eso.
El hijo de Mariju salió de la clínica 77 y marcó al teléfono de la megafarmacia, el que según las promesas del Presidente daría solución en 48 horas. El hijo de Mariju explicó que él no era el paciente y que hacía el proceso en nombre de su mamá porque ella no sabía cómo. Le pidieron la CURP de ambos, le preguntaron otra vez el parentesco, el folio de la receta y le dijeron que no aparecía cargada en el sistema. El operador le preguntó al hijo de Mariju si se la habían escaneado en la clínica 77 de Tampico. Él respondió que no, que solamente le habían puesto el sello de “pendiente”. El operador le pidió regresar a la clínica 77 a que la escanearan y que luego volviera a hablar. En esas están desde el 3 de enero. Regresarán el próximo martes y si no, tendrán que buscar cómo conseguirla por sus propios medios.
A diferencia de los otros proyectos despilfarradores del presidente López Obrador, en este hay vidas de personas de por medio, no solo dinero público. Ojalá, por el bien de toda esta gente, este funcione bien y pronto.
Viene una serie que levantará muchas cejas. Los personajes y las entrevistas no serán del agrado del inquilino de Palacio Nacional.