En una jornada de búsqueda de personas desaparecidas, el colectivo de Guerreras Buscadoras de Cajeme, en colaboración con las autoridades sonorenses, hizo un descubrimiento alarmante el pasado jueves en el poblado de Vícam, ubicado al sur de Sonora. El equipo encontró una tumba clandestina que contenía un cráneo humano y dos esqueletos, marcando un hallazgo inquietante en la lucha contra la desaparición de personas en la región.
El macabro hallazgo ocurrió cerca del Río Yaqui, tras recibir una llamada anónima que guió a las Guerreras Buscadoras a la localización exacta. Primero descubrieron un cráneo a la intemperie, seguido por un hoyo a unos 75 metros de distancia, donde yacían dos esqueletos humanos. Se presume que los restos pertenecen a hombres, uno vestido con una chamarra de la marca Non Stop y tenis Jordan, y el otro con pants grises y playera negra. Además, se encontraron objetos personales como un teléfono celular y una imagen de San Benito en la escena.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) y su equipo de Servicios Periciales tomaron el control de las investigaciones. Los restos fueron trasladados al anfiteatro del Centro Integral de Procuración de Justicia para análisis forenses, con la esperanza de identificar pronto a las víctimas. Este evento resalta la continua problemática de personas desaparecidas en Sonora, un estado que ha sido testigo de múltiples casos similares en el pasado.