Los escándalos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han colocado a ese importante órgano de justicia del país en entredicho: sus magistrados y magistradas, encargados de dirimir controversias electorales, han resultado ser más “grillos” que institucionales y han puesto en riesgo las elecciones históricas del próximo año.
Para muestra, los “golpes de Estado” que le han propinado a sus propios integrantes de la Sala Superior del organismo. En agosto del 2021, en una inédita sesión del Tribunal Electoral, cinco magistrados aprobaron la remoción de José Luis Vargas Valdez como presidente de la Sala Superior, y nombraron en el cargo al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, el presidente depuesto hace unos días.
A la magistrada Janine Otálora la destituyeron en 2019 por haber fallado en favor del PAN en el resultado de la elección para gobernador del estado de Puebla en 2018.
La vida misma, como la política, es una ruleta, y la última apuesta del morenismo para colocar una presidencia a modo en el órgano que va a calificar la elección del 2024 es la magistrada Mónica Soto, quien asumirá el cargo el próximo primero de enero, después del “golpe de Estado” que asestó junto con sus compañeros magistrados Felipe de la Mata y Felipe Fuentes.
Todo apunta a que la 4T pretende aprovechar la cercanía que Mónica Soto ha construido con la integrante del Consejo de la Judicatura Federal, Eva Verónica de Gyvés. Resulta que la hija de la nueva presidenta del TEPJF, Ana Ximena Díaz Soto, es colaboradora de la consejera. Trabaja como coordinadora Técnica de su ponencia en el brazo administrativo del Poder Judicial.
A primera vista, pareciera no haber conflicto de interés: las familias de abogados se han hecho casi una tradición en los ámbitos judiciales; pero en el caso de la consejera De Gyvés las cosas no se pueden calificar de la misma forma, pues resulta evidente que es una militante del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, apenas unos niveles debajo de lo que será Lenia Batres en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Eva Verónica de Gyvés también ha sido postulada por AMLO para ser ministra en el máximo órgano de justicia del país. Compitió con Bernardo Bátiz y Alejandro Gertz Manero para ser la primera fiscal General de la República; el último en la lista fue el elegido y, aunque se le extendió una invitación para trabajar con el designado, ella prefirió declinar.
Ahora parece que tendrá la llave para que el morenismo tenga acceso al Tribunal Electoral, una ventaja trascendental en unos comicios en los que, si bien el partido oficial tiene una amplia ventaja rumbo a la Presidencia, resulta de vital importancia obtener la mayoría calificada en el Congreso para meterle mano a la Constitución.
No es la primera vez que en el TEPJF se depone a un magistrado presidente esperando modificar el estilo de las resoluciones o la convergencia de intereses.
Después de una presidencia interina de casi un año de Felipe Fuentes, en noviembre de 2020 se eligió como cabeza del órgano judicial a José Luis Vargas Valdez, el más polémico de todos los magistrados, conocido en ese entonces como el “magistrado billetes”.
Para esas mismas fechas la 4T investigaba a Mónica Soto y a sus familiares. Ella sonaba para llegar a la Presidencia, como un cuadro cercano al priismo y a Emilio Gamboa Patrón, y por lo tanto había que descarrilarla. Se le documentaron extraños ingresos provenientes de una inmobiliaria: Gran Visión Construcción SA de CV, la cual se benefició del tráfico de terrenos ejidales en su natal Baja California Sur.
Las cosas en los últimos tres años han cambiado y ahora la magistrada que representaba una amenaza para el morenismo parecer ser su mejor opción.
Posdata 1
El exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, obtuvo buenos dividendos en la lista de los candidatos con los que Morena competirá por el Senado de la República. En primer lugar, la diputada Andrea Chávez, cercana colaboradora del tabasqueño, encabeza la fórmula para representar a Chihuahua en la Cámara Alta. Aparece también en la lista Pepe Cruz, el secretario de Salud chiapaneco, a quien el otrora encargado de la política interior impulsaba para la candidatura a la gubernatura de Chiapas.
En el Estado de México prefirieron poner distancia con Higinio Martínez, promoviéndolo en el primer lugar de la fórmula a la senaduría para así restarle margen de maniobra en la operación local, debido a las diferencias con la gobernadora Delfina Gómez y su secretario de Gobierno, Horacio Duarte, que son cada vez más marcadas.
En otros estados donde hubo un proceso interno de Morena, era de esperarse que en la primera fórmula de candidatos al Senado quedaran por Chiapas, Sasil de León; y Carlos Lomelí, por Jalisco. Habrá que ver si se respetan los otros segundos lugares en el resto de los estados cuyos candidatos fueron sometidos a una encuesta interna de Morena.
Posdata 2
La dirigencia de Morena aún no define lo que pasará con el mexiquense Higinio Martínez, pues hay quienes lo quieren lejos del gobierno de Delfina Gómez, tan lejos como en el Senado de la República, mientras que otros aseguran que sería necesaria su presencia en el Congreso local para encabezar la bancada morenista a partir del próximo año.
Los que votan por lo primero, lo hacen porque quieren a Martínez Miranda fuera de la operación del Edomex, pues dicen que su relación con la gobernadora y con su secretario de Gobierno, Horacio Duarte, es cada vez más ríspida; en tanto, hay quienes niegan esa versión y aseguran que son necesarios sus oficios políticos para mantener el orden entre los diputados que llegarán al Congreso del Estado de México luego del proceso del 02 de junio.