El escenario electoral está tan pobre que demasiada gente se interesó por el marketing de Dante Delgado. Llamar la atención no es convencer. Le salió la jugada de fin de año al dueño de Movimiento Ciudadano. Pero el punto es que este episodio de gangster o película chafa ilustra la pobreza de mensajes que difunden las dos candidatas presidenciales, estancadas y sin convencer a la mayoría de la población, que es apartidista.
Esto refleja que la ciudadanía sigue esperando a otro candidato presidencial, la tercera vía.
Por donde puede salir ese personaje es por MC. Y por ese carril el único que podría dividir el voto sería Luis Donaldo Colosio.
Si el nominado por MC es Dante, Jorge Alvarez Maynez o Juan Zepeda, el movimiento naranja quedaría inmovilizado y perdería su registro.
Entonces volvemos a Colosio, quien se ha cansado de repetir que en esta ocasión no va.
¿Se imaginan si el heredero de una silla presidencial que fue arrebatada a balazos viene en plan de terminar la tarea que dejó inconclusa su padre?
Olvídese: Su solo nombre jalaría demasiados votos.
Y en automático se pondría en la pelea por la grande.
Sobre todo si MC fuese en alianza con el PAN. Ya saben que Colosio y Dante nada quieren con el PRI.
Pero por el momento todo son conjeturas en un terreno totalmente hipotético.
Sí, como el escenario construido por Dante en su imagen gangsteril.
Dante Delgado movió las redes sociales con el arte del engaño sobre un misterioso candidato presidencial de relevo. Una llamada misteriosa y traer de vuelta a alguien. El único que puede volver es el ya no tan niño Yawi y ya sin el antiguo encanto que aportó votos a MC. Como político, Dante es buen publicista.
Por lo pronto, caro lector, le deseamos lo mejor en el próximo año. O como decía el siempre bien recordado Fausto Soto Silva: Le deseamos lo mejor de la vida, la vida misma.