Como si se tratara de la venta de un tiempo compartido en alguna playa del caribe mexicano, las víctimas son citadas en el hotel Del Prado, que está a un costado de Galerías Plaza de las Estrellas, en la colonia Verónica Anzures, de la Ciudad de México. Ahí, les dan la bienvenida en uno de los salones para explicarles por qué no han recibido las plazas por las que pagaron miles de pesos. En términos coloquiales, las marean diciéndoles que Recursos Humanos de Pemex va retrasado, pero que ya casi les van a tener listo el puesto, que no se preocupen, que les den chance.
Las cerca de 50 personas que llegaron a ese hotel ya habían desembolsado 80 mil pesos. Ese era el primer requisito que les solicitó un hombre a quien identifican como la cabeza visible de la estructura de negocio: Braulio Francisco Mena Palacios. En el organigrama de Pemex aparece como Secretario Ejecutivo en la Gerencia de Ingeniería de Transformación Industrial. Es un exaspirante a diputado suplente con el Partido Verde Ecologista en el VI distrito, de la alcaldía Gustavo A. Madero, y quien hoy pasea por los pasillos del Senado de la República, grabándose afuera de las oficinas de legisladores morenistas, con quienes presume cercanía. Uno de esos videos lo realizó en el espacio del senador José Ramón Enríquez. Consultado para esta columna, explicó que Mena lo visitó hace seis semanas para manifestarle el interés en buscar una diputación con Morena y se deslindó por completo de cualquier vínculo o relación.
El método es sencillo. Las víctimas llegan a él a través de recomendaciones de otras personas que ya tuvieron éxito al comprar su plaza en Pemex. De inicio hay que dar 80 mil pesos “por bola”, que en otras palabras significa tramitar un número de empleado en la empresa. Después, cuando la contratación sea un hecho, hay que dar otros 40 mil de liquidación. El atractivo ofrecimiento es que el nuevo empleado recibirá 35 mil pesos mensuales libres de impuestos durante los 25 años que dura la plaza o hasta cumplir 65 años de edad, lo que ocurra primero. Sí hay que ir a trabajar, de 8 de la mañana a 5 de la tarde, sin retrasos y con 3 faltas como máximo.
Las víctimas señalan que la presentación inicial se dio en el quinto pisto de un edificio de Avenida Presidente Masaryk, en la colonia Polanco. Narran que Braulio Francisco Mena Palacios les explicó los tres puestos que existen: confianza, transitorios y sindicalizados de base. La oferta es para estos últimos. Quienes salieron convencidos relatan que entablaron diálogo con una mujer identificada como Eréndira Flores, que a su vez les pide hacer el depósito a la cuenta de otra mujer llamada Carmen Itzel Mena.
Entre los afectados hay personas que pagaron por la supuesta plaza desde hace dos años y los siguen mareando, por eso decidieron alzar la voz. Con esta clase de historias, uno entiende por qué Pemex está como está. A esa oficina le estamos metiendo dinero bueno, dinero de los mexicanos.
Stent:
Los Invasores de Nuevo León tienen una canción llamada “Tristeza”. Dice así: La tristeza que traigo en el alma tal vez me la arranque al morir el día. Qué bonito, qué bien me sentía, cuando mi paloma, en mis brazos dormía. Este amor, otro rumbo ha tomado y en su loco viaje, arrastró mi alegría. Dicen que es el mejor título para describir el estado ánimo del gobernador Samuel García después del fiasco de la semana pasada.