El acuerdo entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, dado a conocer ayer lunes, trajo alivio en las centrales empresarias porque en ese ámbito quieren que Ebrard sea el dique de contención desde el Senado respecto a las diversas iniciativas de un posible sexenio de Sheinbaum.
Al interior del Consejo Coordinador Empresarial, este escenario resulta mucho más interesante para el ex canciller que una eventual dirigencia de Morena (como se rumoró el fin de semana) o una embajada en el extranjero. Al poder económico le servía de poco y nada que Ebrard termine tercero en la elección presidencial abanderado por MC.
Los empresarios están convencidos de que el gran desafío de Sheinbaum será el de hacer un buen gobierno en términos ejecutivos ya que descuentan que no tiene la penetración política de Andrés Manuel López Obrador. En ese sentido, un Ebrard como titular de la Jucopo, puede contribuir a la estabilidad, más aún, si Morena no lograra una mayoría abrumadora en la arena legislativa.
Ese papel lo cumplió durante una parte del sexenio actual Ricardo Monreal. El problema es que esa actitud de apertura hacea sectores ajenos a la 4T le implicó un distanciamiento con López Obrador que se resolvió recién llegada la temporada electoral.
En esta misma lógica se encuentra el gobierno de Estados Unidos. Ebrard tiene buena relación con Antony Blinken y los demócratas están a favor de que este se consolide como el ala moderada de la 4T.
Es tan marcada esta sintonía que la canciller Alicia Bárcena ya intentó en dos ocasiones desplazar al encargado de América del Norte, Roberto Velasco, cercano a Ebrard, pero fue imposible por la intervención directa de Palacio Nacional. Allí conocen que EU prefiere mantener los actuales canales de comunicación.
Finalmente, tanto para Washington como para los empresarios, la opción con la que transitar es mucho más Ebrard que Adán Augusto López Hernández, que intentó durante una temporada jugar el papel de amigo pero que se desdibujó rápidamente en su fallido intento por la candidatura presidencial.
