Nos cuentan que defensores del Poder Judicial se rascan la cabeza para entender a la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, quien envió al presidente Andrés Manuel López Obrador un oficio aceptando que los 15 mil millones de pesos de fideicomisos que Morena y aliados aprobaron desaparecer, se usen para la emergencia en Acapulco. Los trabajadores se mantenían movilizados, algunos ministros promovían amparos, partidos de oposición alistaban controversias constitucionales y hasta un juez ordenaba la suspensión provisional de la extinción, pero doña Norma los dejó colgados de la brocha de un plumazo. Ahora se preguntan si cayó en la trampa demagógica del gobierno, si vio la oportunidad de evitar que la Corte decidiera como juez y parte las controversias, o si de plano se aventó como El Borras creyendo que podría ganarle la batalla de percepciones a un mandatario que de eso sabe mucho. A ver cómo le va con los suyos a doña Norma.

¿Dónde quedó el Roberto Madrazo aguerrido que era duro crítico de la gestión del líder del PRI, Alejandro Moreno? Incluso fue de los expresidentes del partido que participó en aquella encerrona para emplazar a Alito a no extender su gestión partidista. Extrañamente, tras esa reunión a la que asistieron exdirigentes como Beatriz Paredes y Dulce María Sauri, el tabasqueño desapareció y dejó de cuestionar a Moreno. Nos cuentan que dejó de responder llamadas de periodistas que le pedían hablar sobre la situación de su partido. ¿Será que hay pacto de silencio a cambio de no indagar el turbio pasado de Madrazo como presidente del PRI, cuando salió de pleito hasta con la maestra Elba Esther Gordillo, con quien hizo alianza para apoderarse del partido?

Que siempre sí, la consejera electoral Claudia Zavala ordenó al titular de la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral del INE, Manuel Alberto Cruz Martínez, manipular los dichos presidenciales. Al menos eso cree el presidente López Obrador y así lo dijo en su mañanera. El exfuncionario, sancionado por citar erróneamente al mandatario en los documentos para sancionarlo por violencia política de género contra Xóchitl Gálvez, tiene vínculos relevantes con doña Claudia, a quien sirvió durante cuatro meses en la Comisión de Quejas y Denuncias. El presidente dijo que ahora le echa la culpa al segundo de a bordo. Y doña Claudia le respondió que los consejeros no pueden dar órdenes a la unidad técnica y que el INE no es como en el gobierno. Un choque más entre la autoridad electoral y el mandatario.

En el Informe de la Cuenta Pública 2022 se detectaron irregularidades en las “tandas del Bienestar”, pues no cuadran los beneficiarios con los padrones, ni las cifras reportadas con los dineros que tiene el fideicomiso, pero hasta ahora ningún funcionario ha sido sancionado. Nos hacen ver que hoy le caería muy bien a los acapulqueños un programa de apoyos para reactivar sus pequeños negocios, pero el programa de tandas prácticamente está desaparecido. ¿Será por eso que Morena le rasca por todos lados en busca de fondos?