Clara Brugada, la candidata disciplinada y favorita del núcleo duro de Morena

El suspenso sobre quién será la candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México ha terminado. Clara Brugada ha sido elegida este viernes para tomar el bastón de mando de Claudia Sheinbaum, ahora aspirante presidencial del partido de Andrés Manuel López Obrador. La exalcaldesa de Iztapalapa se impuso a Omar García Harfuch, antiguo jefe de la Policía en la Administración de Sheinbaum, gracias a los criterios de paridad aprobados por el Instituto Nacional Electoral (INE) y a pesar de ocupar el segundo puesto en la encuesta que decidió la contienda interna. Tras semanas de especulaciones y fricciones en el bloque gobernante fue finalmente Brugada la que rio al último. Serán dos mujeres quienes buscarán la presidencia y el Gobierno de la capital en las elecciones de 2024.

Disciplinada y con cuatro décadas de trayectoria política a cuestas, Brugada acató la orden de privilegiar la unidad en plena recta final de la carrera por la capital. No atacó a sus rivales, no perdió el control cuando la mayoría de las encuestas no la favorecieron y no se enganchó cuando parecía que “el bueno era Harfuch”. En cambio, depositó sus esperanzas en una certeza que la acompañó durante semanas: su posición como una de las mujeres más competitivas de Morena en los nueve Estados en disputa el próximo año. “Es momento de unidad, de sumar y construir entre todas y todos”, dijo en su discurso de agradecimiento. “Sé perfectamente que en esta gran ciudad nos une la transformación”, agregó. El antiguo jefe de la Policía sacó un 40,5% frente a un 26,7% de la alcaldesa con licencia, en una jornada que se extendió hasta la madrugada del sábado.

Lee también Tres empresas demandan a Diconsa por 980 millones de pesos por el fraude de las purificadoras de agua de Segalmex

“La ruta es Clara”, insistieron sus colaboradores cuando se multiplicaban las voces que la daban por derrotada. Su equipo también supo sufrir y callar cuando arreciaron los rumores y los golpes bajos en las horas decisivas, poco antes de que se conocieran los resultados. Brugada llegó con nervios de acero al Hotel Camino Real de Polanco bien entrada la noche. En un mar de filtraciones, la aspirante plantó los pies en el suelo y no quiso adelantarse por ningún motivo al anuncio oficial de la cúpula partidista.

Clara Brugada
Clara Brugada y Omar García Harfuch, durante el arranque del programa Más seguridad y Paz en Iztapalapa, el pasado 16 de marzo, en Ciudad de México.

Dentro de los acotados márgenes de maniobra impuestos por la dirigencia de Mario Delgado, Brugada atendió las reglas del juego de la sucesión de Morena, aunque sí se permitió fijar su posición de manera clara e hizo suyo un grito de batalla que popularizó Sheinbaum: “Es tiempo de mujeres”. El tiempo le dio la razón. El partido, también. Contra el pronóstico de hace unos meses, pesó más el impulso a la participación política de más candidatas ordenado por el INE. En otras palabras, paridad mató encuesta.

Brugada era la apuesta de las bases del partido y fue arropada por un grupo bautizado por otras corrientes de Morena como Los puros por fijar la línea ideológica y por asumirse como los guardianes de los principios partidistas. Con una amplia trayectoria como luchadora social en el oriente de la capital, Brugada era la preferida por su perfil de izquierdas, por su lealtad al proyecto de López Obrador y por la promesa de llevar al siguiente nivel la agenda progresista del movimiento, poniendo en el centro a las mujeres. Del otro lado estaba García Harfuch, un funcionario solvente y de todas las confianzas de Sheinbaum, extremadamente competitivo pese a las resistencias internas por su talante policíaco y por su genealogía política.

Clara Brugada
Clara Brugada, durante un recorrido por el Barco Utopía, en Ciudad de México, el 19 de julio de 2023.

“Las mujeres ganamos elecciones y sabemos gobernar bien. No se debe estar pensando lo contrario”, declaró en una entrevista con EL PAÍS a finales de octubre, cuando la contienda entraba en fases decisivas. “Siempre hay un techo de cristal para las mujeres. Yo he obtenido cargos por mi propio esfuerzo, pero tienes que ser extraordinaria para que te tomen en cuenta y hoy tenemos leyes para que eso no tenga que ser así”, agregó. Pese a que los candidatos nunca se confrontaron en público, tras bambalinas y entre sus seguidores, las diferencias tomaron tinte de guerra intestina. La historia era muy diferente hasta principios de este año. Antes de que se destapara el exsecretario de Seguridad de la capital, parecía que el camino estaba despejado para la antigua alcaldesa de Iztapalapa.

Graduada en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana, Brugada puso como principales credenciales para aspirar a ser jefa de Gobierno los resultados de su gestión en Iztapalapa, una de las zonas más pobladas e históricamente marginadas de la capital. Su programa estrella fueron las utopías, un modelo de intervención urbana para crear espacios de recreación y cerrar las brechas de desigualdad que aún son patentes en la urbe de habla hispana más grande del mundo. Las utopías pasaron de ser política pública a lema y propuesta de campaña para el resto de la ciudad. “Ganar una elección no pasa por una estrategia electoral, se trata de construir un movimiento que entusiasme y nos ayude a lograrlo, ese es nuestro principal reto”, decía hace unas semanas.

“¡Utopías, utopías, utopías!”, rugían en el último acto de campaña sus seguidores, que se fajaron en la guerra de porras, en la lucha por las bardas para colocar propaganda y en las redes sociales para reivindicarla como la única candidata realmente de izquierdas. El progresismo capitalino asumió desde el primer momento que en esta elección se jugaba mucho.

Clara Brugada
Clara Brugada y Yeidkol Polevnesky, durante un mitin del PRD en Ciudad de México, el 5 de septiembre de 2009. 

Una de las principales incógnitas alrededor de sus aspiraciones es, precisamente, su capacidad de convencer a sectores sociales más amplios y que, en muchos casos, se han sentido desencantados con Morena. En las elecciones de 2021, Ciudad de México se partió en dos a partir del mapa de desigualdades que impera en la capital. El oriente, históricamente más desfavorecido y donde reside desde hace más de 40 años, se inclinó por Morena. El poniente, donde están los barrios más ricos y donde nació, votó por la oposición, que tiene en la mira romper con casi 30 años de hegemonía de la izquierda.

“Se tendrá que apelar a quienes ya no votaron por nosotros, tendremos que convocarlos y construir con ellos una agenda de ciudad progresista y moderna. Y yo creo que lo vamos a lograr”, aseguraba a este diario. “Hay que derribar esos muros invisibles entre el oriente y el poniente, hay que apostar por una ciudad de clases medias”, zanjaba.

Además de gobernar en Iztapalapa en dos periodos, el primero inevitablemente marcado por la polémica renuncia de Rafael Acosta Naranjo alias Juanito en 2009, Brugada fue diputada federal, asambleísta local, integrante del Congreso Constituyente de la capital y fundadora de Morena, tras casi 20 años de militancia en el Partido de la Revolución Democrática. La Jefatura de Gobierno es la responsabilidad más alta a la que ha apuntado. “En política hay quienes matan por un cargo, lo más importante son tus principios y participar con el objetivo de ayudar, de construir un proyecto, no por un cargo”, aseguraba. “Nunca imaginé llegar hasta aquí”, agregaba.

Clara Brugada
Clara Brugada, supervisando los avances de la construcción del edificio cultural de la Utopía de los ocho barrios, el 19 de julio de 2023.

Con todo, Brugada puso su carrera política en la parte más alta de su lista de prioridades. Nunca se casó ni tuvo hijos y habla poco de su pareja o de su vida personal. “Quisiera tener más tiempo para mí y para mi vida, pero es una responsabilidad tremenda tener cualquier cargo público. Pero soy feliz. Me encanta lo que hago”, afirmó. “Las mujeres tenemos una responsabilidad doble de gobernar bien y de gobernar haciendo justicia para otras mujeres”, dijo. A partir de este viernes suma una nueva responsabilidad como abanderada en la capital: defender la joya de la corona de la izquierda en México.

Noticias relacionadas

Nacional

Preparan morenistas aplanadora contra Piña

Morena y sus aliados en el Congreso aceitan la aplanadora legislativa contra la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte, para llevarla a un juicio político con la intención de destituirla. De acuerdo con Morena, la ministra Piña echó mano de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura Federal para dañar políticamente […]

Nacional

El Mencho y Los Chapitos se ‘forran’: “cárteles tienen más dinero que algunos países”, advierte EU

El fiscal General de los Estados Unidos, Merrick Garland, advirtió sobre el poderío de los cárteles: “son enormemente rentable, tienen más dinero que muchos Estados-Nación”, declaró durante una comparecencia que ofreció ante la Cámara de Representante, durante este martes, donde realizó una nueva solicitud de presupuesto para el Departamento de Justicia. Durante la misma intervención, Garland destacó las acciones […]

Menú

¿Qué es SonoraPresente?

Somos mucho más que un portal en línea: somos una experiencia multimedia completa. Desde nuestros videos de análisis político y shorts informativos en SP TV hasta nuestra cobertura en SP+ con noticias en un minuto. SonoraPresente: Donde la información es poder y el análisis es libertad.

Suscríbete a nuestro boletín

Únete a más de 3,000 personas y mantente informado.