Después de AMLO, Jesús Ramírez es -posiblemente- el hombre con mayor poder dentro de la 4T. Su influencia sobre el Presidente es innegable, y sus victorias se van acumulando. El vocero de AMLO no es solamente el jefe de comunicación. Es también un político que juega fuerte en las candidaturas de cada uno de los estados.
Ramírez se anotó ayer jueves una victoria contundente. Como revelaron a LPO desde los propios equipos de Brugada, AMLO citó a Palacio Nacional a Omar García Harfuch. Allí le pidió un “gesto con la 4T”, y le avisó que aunque había ganado la encuesta, por cuota de género no podría ser el candidato en la Ciudad de México.
Desde hace 24 horas, García Harfuch -y desde luego también Clara Brugada- estaban al tanto de que esa interna ya terminó. Por esa razón la molestia entre los colaboradores de Claudia Sheinbaum cuando la precandidata presidencial de Morena fue silenciada por los gritos de los simpatizantes de Brugada en su evento.
Si ya todos sabían que Clara había sido elegida, ¿para que exponer así a Sheinbaum? ¿Acaso una vendetta del propio Jesús Ramírez, que semanas atrás se había sentido humillado en el war woom de Claudia? Es la información que algunos morenos sueltan.
Lo que parece claro es que ahora se desatará una peligrosa narrativa -que en efecto se viene instalando desde hace semanas-, que intentará mostrar a una Sheinbaum vulnerable y debilitada frente a la decisión de López Obrador. “Jesús propició el inicio de esta idea del Obradorato”, culpan al vocero.
En alarma por esa narrativa -que al final un poco divierte al Presidente-, Jesús Ramírez ya activó a su granja de trolls. LPO fue víctima de los primeros movimientos de los periodistas que suele utilizar el vocero presidencial.
El oficialista Álvaro Delgado, por caso, acusó este viernes a la redacción de La Política Online de inventar una reunión en Palacio Nacional, “cuando todo mundo sabe que el Presidente de México está en Baja California”. Delgado omitió que la nota de LPO fue publicada ayer jueves, con un AMLO todavía en la Ciudad de México.
Lo cierto es que en pocas horas, cuando se anuncie la candidatura de Brugada, se desatará una primera crisis comunicacional en la campaña de Sheinbaum.