La noche del 12 de octubre, manifestantes de la marcha por el Día de la Raza brincaron las vallas que protegen Palacio Nacional y realizaron pintas con spray en la fachada del recinto histórico, catalogado como monumento histórico por el INAH, por lo que cada vez que es dañado o pintarrajeado, personal especializado de la Dirección General de Conservaduría realiza un cuidadoso trabajo de limpieza y restauración sobre la fachada, con químicos especiales para no dañar la cantera. Nos hacen notar que ayer por la mañana las pintas ya no estaban. ¿Será que el personal de Conservaduría trabajó toda la madrugada para eliminarlas o las quitaron de manera exprés violando los protocolos de restauración?
En el camino para “recortar” lo que llama “el copete de privilegios” de 15 mil millones de pesos al presupuesto del Poder Judicial Federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una línea muy clara a los diputados de Morena: “que tengan cuidado, que hagan todas las reuniones que establece el procedimiento legislativo porque hay injerencia del Poder Judicial en asuntos del Legislativo”. Es decir, en Presidencia quieren que no den pretextos para controversias constitucionales. Ya se verá si la salvan en ese rubro, porque en lo que toca a la extinción de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial, es seguro que habrá controversia constitucional con las firmas de 33% de cualquiera de las dos cámaras del Congreso, y “lluvia de amparos” de los trabajadores.
Nos cuentan que Hugo López-Gatell anda presumiendo que le fue muy bien en la encuesta interna de Morena para la candidatura de la Ciudad de México, porque 9 de cada 10 personas saben de él. Don Hugo sabe que la primera medición fue de conocimiento, y con tres años de pandemia en los que figuró en las conferencias de Palacio Nacional, es lógico que la mayoría lo identifique. Lo que no se ha medido aún es la opinión que esos nueve tiene de él. Mientras eso se dilucida, sus rivales se activaron en las redes para recordar que las cifras de muertos en la pandemia superaron más de 10 veces el escenario que predijo. Nos comentan que aunque lo niegue, en Morena tienen claro que su tirada no es la candidatura sino algún premio de consolación, y si lleva fuero, mejor, porque las denuncias penales en su contra están activas.
Mientras crecen los pleitos en Movimiento Ciudadano entre la dirigencia nacional de Dante Delgado y la de Jalisco, identificada con el gobernador Enrique Alfaro, Morena deshoja la margarita entre su coordinador en el Congreso local, el expanista José María Martínez, y el exdelegado de programas sociales federales, Carlos Lomelí. Nos hacen ver que los jaliscienses no olvidan las polémicas de don Chema por su rechazo a la diversidad sexual, ni las cuentas pendientes de don Carlos por acusaciones de corrupción con sus empresas farmacéuticas. Así que en la tierra del tequila, PAN, PRI y PRD nomás no pintan; Morena va con dos aspirantes que si no fueran guindas entrarían perfectamente en el saco presidencial de “conservadores”, y en MC parece que les gusta más pelearse entre ellos que alistarse para la contienda.