Obviamente para el grueso de la población es un ilustre desconocido. Pero es muy conocido para el reducido círculo del poder en Sonora. Tanto que ya se le ubica como el delfín del gobernador Alfonso Durazo. La pregunta se antoja natural: ¿Le alcanzará al guaymense para conquistar la primera posición en la próxima fórmula de candidatos a senador por Morena?
Si Heriberto desea llegar a la antesala de la candidatura a gobernador de Sonora, a la que tendría derecho por encabezar la fórmula senatorial, de acuerdo al ritual inventado por el PRI, tendrá que convencer a su candidata presidencial, al gobernador de su estado y, claro, a la sociedad sonorense.
Por lo pronto poca gente lo conoce.
Pero sus conocidos son los que mueven los hilos del poder.
En lo personal desconocía los antecedentes de Heriberto hasta que lo vimos en el gabinete de Durazo. Sus críticos lo ubican como traidor: Fue nombrado representante de la campaña de AMLO en 2006, en el distrito 04 con cabecera en Guaymas.
Y muy pronto, dicen sus malquerientes, empezó a beneficiarse de su puesto, que también era el de coordinador de la estructura electoral en el distrito más grande del país: Su empresa PRO-C Proyecto y Construcción, comenzó a cobrar del gobierno contra el que supuestamente competía. “Mágicamente” PRO-C apareció como proveedor del Gobierno de Sonora y negoció obras con el gobierno federal. Se supone que recibió grandes cantidades de dinero. En ese año, 2006, en el que AMLO perdió ante Felipe Calderón, Durazo era candidato perdedor al Senado de la República.
Por no cuidarle las casillas a AMLO, exponen sus detractores, Heriberto recibió fuertes sumas de dinero en los gobiernos de Eduardo Bours y Vicente Fox. El PRD, donde Heriberto inició su carrera política, lo acusó de traidor.
Heriberto hizo sus pininos en el desastroso gobierno municipal de Sara Valle y su suplente Vicente Pascual Rodríguez. En 1999-2000 se desempeñó como supervisor de obra/ residente de obra. Al despuntar el nuevo milenio Alfonso Durazo renunció a su militancia en el PRI y se unió a la campaña presidencial de Vicente Fox, de quien fue su secretario particular, cargo que posteriormente combinó con el de coordinador de comunicación social. Por ello fue conocido como el super secretario. Renunció a sus privilegiadas posiciones en 2004 y se convirtió en crítico de la administración Fox.
Con el tiempo, Durazo y Heriberto Aguilar, ambos ingenieros civiles, fortalecieron sus intereses en Sonora. Primero el gobernador lo hizo secretario de Sidur y recientemente lo convirtió en dirigente estatal de Morena.
La ruta, supuestamente, está trazada: El diputado federal Heriberto Marcelo Aguilar Castillo es fuerte contendiente para encabezar la fórmula senatorial en las próximas elecciones. Claro, si doña Claudia Sheinbaum no decide otra cosa.