Nos cuentan que los golpes bajos en la contienda por la candidatura de Morena al gobierno de la Ciudad de México, lejos de terminarse con los llamados a la unidad, están subiendo peligrosamente de calibre y la muestra es una reunión ocurrida el lunes pasado, a la que el fiscal general Alejandro Gertz convocó a los principales integrantes de su equipo cercano para girarles una orden, no una sugerencia: buscar por todos los medios a ver qué le encuentran a Omar García Harfuch, cuyo nombre pronunció acompañado de insultos. Nos hacen ver que el exjefe de la policía capitalina, quien previamente trabajó en esa fiscalía, fue alertado de lo ocurrido en la peculiar junta. El objetivo, nos comentan, es obligarlo a dejar su aspiración, pero lo que no está claro es si Gertz está jugando sucio sólo contra él o de plano se ha lanzado a hacerle la guerra a la virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum. Si así se van a llevar dentro del “movimiento”, la cosa pinta bastante fea para el 2024.
Ernesto Prieto Ortega, cercano colaborador del presidente Andrés Manuel López Obrador desde los años noventa, ya está haciendo la mudanza de la oficina de director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), porque se va en busca de la candidatura de Morena al gobierno de Guanajuato. En su lugar, aseguran algunos en Palacio Nacional, podría llegar Alberto Becerra Mendoza, quien además de ser amigo de uno de los hijos del mandatario y haber formado parte de su Ayudantía, después brincó al puesto de administrador general de Recursos y Servicios en Aduanas. ¿Se le hará el nuevo cargo?
Nos cuentan que mientras siguen los jaloneos porque en los procesos internos de Morena fueron marginados cuadros como los senadores Eduardo Ramírez, en Chiapas; Lucy Meza, en Morelos, y Alejandro Armenta, en Puebla, la oposición en esos estados está siguiendo el ejemplo de las dirigencias nacionales del Frente Amplio por México y está tirada en la hamaca. Ahora, nos comentan, ya se frotan las manos para recibir con los brazos abiertos a los excluidos que se animen a romper con el partido guinda, y el cálculo es que la mayor posibilidad de ruptura es en Chiapas. ¿La estrategia secreta opositora?: hacerle al cachavotos, parece.
Nos cuentan que Marcelo Ebrard volvió a ponerle a Morena un plazo fatal, sí, otro; y advirtió que sólo tiene el mes de octubre para reponer el proceso interno. El excanciller aseguró ayer que desde antes de que se realizara la encuesta, Mario Delgado ya tenía el resultado que daba como ganadora a Claudia Sheinbaum. Nos hacen ver que en Morena ya a nadie inquietan los ultimátums y hasta dicen en plan de chunga que ni a Dante Delgado le importan, por aquello de que incluso la posibilidad de una candidatura con Movimiento Ciudadano parece alejarse cada vez más para don Marcelo.