Rocío Nahle es una morenista que, misteriosamente, ha navegado las turbulentas aguas de la 4T sin haber sido defenestrada y sin sufrir más que algunos rasguños. Pese a que fracasó en la construcción y operación de la refinería Dos Bocas en Tabasco, fue “premiada” con distintos ofrecimientos que culminarán con su candidatura al gobierno de Veracruz por parte de Morena.
Nahle llevaba varios años cerca de Andrés Manuel López Obrador previo a su ascenso a la Presidencia de la República. Desde 2008 se apersonaba en el Congreso de la Unión para hablar de temas energéticos y era la encargada de llevar los postulados que enarbolaba el entonces líder perredista: “la autosuficiencia energética y la defensa del petróleo”.
Quizá porque desde aquellas flechas la ingeniera química zacatecana caminó junto a López Obrador, es que como presidente le encomendó uno de sus principales caprichos de gobierno: la refinería Dos Bocas en su natal Tabasco. Desde el inicio, el proyecto lucía imposible de realizar en un sexenio, en una zona de difícil acceso y cuyas condiciones de suelo y clima no le favorecían. Pese a todo, el Presidente le encargó que sacara esa megaobra que hoy no produce gasolina, pero que sí ha disparado su costo de los 8 mil millones de dólares originalmente proyectados, a cerca de 20 mil millones que se tienen contratados actualmente.
Además de retrasos y sobrecostos, la obra ha sido objeto de irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (sólo 2,240 millones de pesos en contratos otorgados en 2021, según la revisión más reciente de la cuenta pública), además de que se han revelado presuntos actos de corrupción en la participación de empresas cercanas a la familia de la exsecretaria de Energía y otras de contratistas vinculados a otros altos funcionarios del gobierno de la 4T.
Aun así, Rocío Nahle se mantuvo al frente de la Secretaría de Energía desde el inicio del sexenio hasta la semana pasada, cuando renunció formalmente para competir en el proceso interno de Morena que dará como resultado, sin duda alguna, su candidatura al gobierno de Veracruz. Para esto también operó políticamente la llamada “Ley Nahle” en el congreso local, debido a que nació en Zacatecas y se requería una reforma para que por los años de residencia en Coatzacoalcos pudiera aspirar a ser gobernadora del estado.
Nahle sorteó también una pugna que desde el arranque el gobierno se dio con el director de Pemex, Octavio Romero, un tabasqueño que fue oficial mayor de López Obrador durante su paso por el gobierno de la Ciudad de México. Resulta que el paisano del presidente quería llevar las riendas de la empresa y de los recursos que a través de la subsidiaria Pemex Transformación Industrial se le otorgaban a la refinería. Este y otros asuntos de la política energética los enfrentaron desde el inicio hasta el final del mandato de Nahle en la Secretaría de Energía.
Pero nada de esto haría mella en el ánimo del presidente López Obrador, salvo una reunión en julio del año pasado en la que tronó contra la entonces secretaria de Energía enfrente de otros altos funcionarios, que contaron la anécdota para esta columna: “Días después de la inauguración (fachada) de la refinería Dos Bocas, el presidente dijo: ‘Rocío se ha distraído con la política de Veracruz; no ha terminado la refinería, pero sí quiere ser gobernadora’”, reclamó molesto el titular del Ejecutivo en una reunión privada con morenistas, a propósito de los avances de sus otros proyectos insignia, el Tren Maya y el Corredor Transístmico.
No obstante, Nahle tuvo dos ofrecimientos importantes, los cuales rechazó para lograr su sueño: la candidatura al gobierno de Veracruz. Según fuentes de Morena y de Palacio Nacional, a la exsecretaria de Energía le ofrecieron primero la presidencia del partido, para que impulsara las aspiraciones presidenciales de Claudia Sheinbaum. El ofrecimiento habría venido directamente de la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, y de la propia exjefa de Gobierno de la CDMX. Luego Sheinbaum le llamó para pedirle que considerara ser su jefa de campaña, justo antes del arranque de la contienda interna de las “corcholatas”, lo que también declinó.
Ahora Rocío Nahle peleará por la gubernatura de Veracruz, apoyada no solo por el gobernador en turno, Cuitláhuac García, y por todo el consejo de Morena en el estado, sino por Claudia Sheinbaum y Palacio Nacional.
Veracruz es, junto con la CDMX, el Estado de México y Jalisco, de las entidades que más peso tienen en términos electorales a nivel nacional, por lo que la operación política será muy importante en las elecciones federales del próximo año.
El cierre de gobierno en la CDMX, en plena efervescencia electoral, promete dar sorpresas con respecto a empresarios y contratistas ligados a los gobiernos anteriores, particularmente al del perredista Miguel Ángel Mancera, quien buscará acomodarse para un nuevo cargo legislativo en el siguiente sexenio de la mano de su partido el PRD.
De acuerdo con fuentes gubernamentales, un vínculo de los fundadores del Grupo Automundo, propiedad de los hermanos Sergio y Arturo Grinberg Kreimerman, con Luis Ernesto y Julio Serna, funcionarios estrella de la administración de Mancera, podría desatar una exhaustiva investigación por parte de las autoridades capitalinas.
Resulta que Grupo Automundo ha obtenido contratos por más de 206 millones de pesos desde el 2011 con el gobierno de la CDMX, en alcaldías como Iztacalco y Venustiano Carranza, así como en el Metrobús y la Policía Auxiliar.
La mayoría de sus contratos los obtuvo por adjudicaciones directas o invitación restringida. A Arturo Grinberg Kreimerman se le vincula con el PAN. De acuerdo con el INE, fue simpatizante de este partido al que hizo aportaciones en efectivo. En septiembre de 2005 aportó 760 mil pesos y otros 200 mil pesos en diciembre de 2005.
Además de Automundo, aparece como socio en nueve empresas dadas de alta en el Estado de México y en la Ciudad de México, de acuerdo con el Registro Público de Comercio; una de estas, Mitsu Interlomas, que estuvo involucrada en el caso de Emilio Lozoya. Mitsu fue creada por los hermanos Arturo, Benito, Sergio y Carla Grinberg Kreimerman. La fecha de ingreso para la constitución de la empresa fue el 16 de enero de 2004. Su dirección se ubica en Huixquilucan, Estado de México.
La empresa se dedica a la compra, venta y distribución de automóviles y toda clase de vehículos terrestres nuevos y usados, además de participar en toda clase de licitaciones y concursos públicos y la distribución de fabricantes de automóviles nacionales o extranjeros. El 17 de agosto de 2006 se le otorgó el poder general de pleitos y cobranzas a cuatro personas, entre ellas a Tania Beatriz López Abud.
En 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera investigó a la empresa Yacani, propiedad de Marielle Helene Eckes, esposa del exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, por presunto lavado de dinero y defraudación fiscal. Dentro de la investigación también aparece el nombre de Tania Beatriz López Abud, quien era socia de Yacani; además, tenía un cargo directivo en Altos Hornos de México, propiedad de Alonso Ancira.