Nos informan que el IMSS envió a Acapulco a un grupo de médicos cubanos para apoyar en las labores de atención a población afectada por el huracán Otis. Nos hacen ver que la mayoría de los servicios básicos en el puerto no se han podido restablecer, como el de luz y agua, ni el abasto de gas y gasolina. Ante esto, más de uno se pregunta cómo le hará el instituto para mimar a estos médicos, a quienes han acostumbrado a condiciones de comodidad que no tienen la mayoría de los médicos mexicanos, quienes han criticado estas consideraciones a sus colegas de la isla. No es insidia lo de que los miman, pues nos recuerdan las dos más recientes licitaciones del Seguro Social, publicadas en este diario, que pedían a los proveedores asegurar wifi, filete de res o salmón, clima y frigobar.
Nos cuentan que los elementos de la Marina desplegados en la zona de desastre en Guerrero han tenido que enfrentar el enojo de pobladores que les reclaman la falta de agua potable, al grado, nos aseguran, de amagar con lincharlos. La Marina llevó una planta de agua potabilizadora, que tiene lista para funcionar, pero los gobiernos estatal y municipal no han podido proveer el agua que debe purificarse. Nos dicen los marinos que ellos están prestos para ayudar, pero ante la situación que ha rebasado a las autoridades locales, son ellos quienes reciben in situ los reproches.
Nos cuentan que aunque el líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, juró que no se afectaban los derechos adquiridos de los trabajadores del Poder Judicial con la desaparición de 13 de sus fideicomisos, ahora los diputados guindas buscan de dónde sacar dinero para que en el Presupuesto de 2024 se les garantice el acceso a medicamentos. Y los afectados será, nuevamente, ¡el Poder Judicial! Ahora serán los once ministros de la Suprema Corte, a quienes les quitarán 70 por ciento de los 380 millones de pesos que tienen como presupuesto para alimentos. Tal vez don Ignacio quiera proponer también un recorte a otra bolsa más elevada para comidas, en beneficio de los trabajadores, y nos referimos al de la Oficina de la Presidencia, que este año se le asignaron 424 millones de pesos para alimentos y utensilios.
Nos comentan que la incorporación del expriista Fernando Castro Trenti al equipo de Claudia Sheinbaum se interpreta en Morena como un gesto de apertura de la exjefa de gobierno a los grupos morenistas que no pertenecen a su círculo cercano. Don Fernando es muy cercano al senador con licencia Ricardo Monreal, con quien trabajará en la campaña de Sheinbaum, y su oferta al equipo claudista es aportar muchos votos en Baja California, donde fue presidente estatal del PRI y también del Comité Directivo municipal en Tijuana. Fue parte del Servicio Exterior con el expresidente Enrique Peña Nieto, pero una vez concluido el sexenio anterior, como muchos otros tricolores de colmillo largo, renunció a su partido. Ahora se sube al barco del 2024.