En medio de un diálogo de alto nivel sobre seguridad entre México y Estados Unidos, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, contradijo públicamente a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez. Mientras Rodríguez sostenía que México no produce fentanilo, Bárcena afirmó lo contrario, señalando que, aunque no se producen precursores legales de fentanilo en el país, sí existen laboratorios ilegales donde se ha encontrado producción del narcótico.
La discrepancia entre ambas funcionarias se dio en presencia de altos funcionarios estadounidenses, incluyendo al secretario de Estado, Anthony Blinken, y al fiscal general, Merrick Garland. Esta situación pone de manifiesto las diferencias internas en el gabinete mexicano respecto a la problemática del narcotráfico y la producción de sustancias ilegales.
Rodríguez había argumentado que los precursores químicos del fentanilo llegan de Asia y que en México sólo se producen metanfetaminas en “laboratorios y cocinas”. Sin embargo, Bárcena enfatizó que, aunque México no produce los componentes químicos base del fentanilo, sí se han incautado laboratorios clandestinos donde se produce este opioide.
El fentanilo es un opioide sintético que ha cobrado relevancia en los últimos años debido a su potencia y peligrosidad. Su producción y tráfico han sido temas de preocupación tanto para México como para Estados Unidos, y este desacuerdo entre funcionarios de alto nivel evidencia la complejidad del problema.