Por Romina Román Pineda
Las discusiones para aprobar la Ley de Ingresos 2024 cuyo plazo en la Cámara de Diputados es el 20 de octubre no serán tan tersas como esperan los legisladores morenistas. El punto más álgido será la tasa de retención de 1.48% a las ganancias reales por el ahorro o la inversión.
Nos cuentan que hay una creciente presión y preocupación de empresarios, diputados, senadores y representantes del sector financiero por la aprobación de la medida, ya que la tasa de ISR sobre intereses pagados por el sistema financiero se multiplicará por 10, es decir, pasará de 0.15% a 1.48%, lo que especialistas califican como un gravamen regresivo que tendrá un impacto relevante en las personas de menores ingresos.
Incluso, algunos senadores de Morena advirtieron que buscarán eliminar la propuesta y a cambio buscarían impulsar un impuesto para las grandes fortunas, ya que aseguran que, por esa vía, la recaudación podría llegar a 300 mil millones de pesos.
Mientras avanza la discusión, las distintas cúpulas empresariales hacen su parte e insisten con la Secretaría de Hacienda en la necesidad de agilizar una reforma fiscal que permita detonar las inversiones por la famosa relocalización o nearshoring.
Más que gravar el ahorro, lo que piden los empresarios es aumentar la base gravable a través del combate a la informalidad, combatir a la evasión sin considerar el aumento en impuestos, sobre todo de aquellos que desincentiven la inversión.
No hay que olvidar que estas negociaciones encontrarán un Congreso, en particular una Cámara de Diputados con un ambiente de alta confrontación por la votación de la reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para la extinción de los fideicomisos que administra en la actualidad.
¿Fractura en Morena por las candidaturas?
La carrera por buscar las candidaturas en los nueve estados con elecciones durante 2024 provocará fracturas importantes en Morena. Y el problema es que los favoritos de la ex jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y los del presidente Andrés Manuel López Obrador no necesariamente coinciden, sobre todo en la Ciudad de México.
Lo mismo ocurre en otros estados como Puebla, Chiapas y Tabasco que presentan opciones de precandidatos que responden a liderazgos distintos y cuyas posiciones no se logran conciliar, sobre todo después de la división que generó el proceso de selección de los aspirantes a la Presidencia. A ello se suma la compleja decisión de postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las gubernaturas en juego, ya que poco son los dispuestos a ceder su lugar.
Sin embargo, como dijera el dicho popular hay señales. Una de ellas es el apoyo indirecto que dará Claudia Sheinbaum al acudir a un mitin a Jiutepec, Morelos, tierra natal del precandidato Rabindranath Salazar Solorio, quien ya tomó como una de sus principales banderas el combate a la inseguridad en su entidad.
De manteles largos
Los que están de manteles largos son los directivos de Aterna, el corredor de microseguros más importante de América Latina y jointventure entre Gentera e INTERprotección, ya que están por cumplir 11 años en el mercado.
El objetivo de la marca es promover la cultura de prevención y el uso de seguros como un mecanismo de protección de fácil uso y acceso, convirtiéndose en el agente que se especializa en atender las necesidades de segmentos populares de México y Perú.
A lo largo de este tiempo, Aterna logró una cifra récord al proteger a 259 millones de asegurados y atendió más de 66 millones de siniestros entre México y Perú. Su oferta se enfoca a Vida, Salud y Daños.
Así las cosas…