El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) alertó que la entonces tormenta tropical “Otis” podría convertirse en un huracán más de 21 horas antes de que el sistema azotara la zona de Acapulco, en la costa de Guerrero.
Por medio de una publicación en redes sociales, el NHC pronosticó por primera vez que “Otis” podría tocar tierra como huracán el martes 24 de octubre a las 2:48 de la madrugada.
“‘Otis’ se está fortaleciendo y se espera que se convierta en huracán antes de que llegue a la costa sureña mexicana. Alerta de huracán emitida para la zona del sur de México”, se lee en una publicación de X (antes Twitter) del NHC.
Poco más de una hora después, a las 3:01 de la mañana, el mismo centro notificó que “Otis” tocaría el sur de México en calidad de huracán.
A las 9:31 de la noche del mismo martes, el organismo alertó que “Otis” azotaría la zona como un huracán de categoría 5, con potencial catastrófico y fuertes vientos que podrían poner en peligro la vida de las personas.
El sistema se manifestaría ese martes o en las primeras horas del miércoles 25, informaron.
En tanto, la aspirante presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, compartió un video el miércoles en donde aseguraba que nadie —ni siquiera las autoridades estadounidenses— habían podido prever los daños que causaría “Otis”.
Sheinbaum aseguró también que “Otis” pasó de tormenta tropical a huracán categoría 5 en cuatro horas.
“Se ha dicho mucho que por qué no se previno y, es que fue un huracán que pasó de tormenta tropical a huracán categoría 5 en alrededor de cuatro horas, ni siquiera el servicio meteorológico de Estados Unidos pudo prevenir esa situación, en este momento lo que hay que hacer es solidarizarse”, se escucha en el video.
A pesar de las varias alertas que emitieron las autoridades estadounidenses, las administraciones de López Obrador, ni la de Evelyn Salgado, no dictaron medidas necesarias para disminuir los daños que “Otis” ocasionó.