La relación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad se ha estrechado aún más. Recientemente, el gobierno estadounidense ha solicitado al presidente Andrés Manuel López Obrador que, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), se congelen las cuentas de varios empresarios que presuntamente tienen vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Esta petición se da en el marco de las acciones conjuntas que ambos países están llevando a cabo para combatir al crimen organizado y sus redes financieras. La UIF, dirigida por Santiago Nieto, ha sido una herramienta clave en la estrategia del gobierno mexicano para desmantelar las estructuras económicas de los cárteles.
Los empresarios señalados, cuyos nombres no han sido revelados, estarían involucrados en operaciones financieras que benefician directamente al Cártel de Sinaloa. Esta organización criminal, una de las más poderosas de México, ha extendido sus operaciones a nivel internacional, lo que ha llevado a Estados Unidos a intensificar sus esfuerzos para debilitar sus fuentes de financiamiento.
Es importante mencionar que la colaboración entre México y Estados Unidos en este ámbito ha generado resultados positivos en el pasado. Ambos países han logrado asestar golpes significativos a las finanzas de grupos delictivos, lo que ha repercutido en la disminución de su capacidad operativa. Con acciones como esta, se busca continuar debilitando la estructura económica de los cárteles y reducir su influencia en la región.