Mientras el presidente Joe Biden rompía su promesa de “no construir un metro más” del muro en la frontera con México, una delegación de alto nivel de Estados Unidos dialogaba en la capital de la República sobre seguridad, migración, fentanilo, tráfico de armas…
Antony Blinken, secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, y el fiscal general, Merrick Garland, no encontraron el mejor ambiente para hablar con sus interlocutores mexicanos.
Poco antes de que los tres funcionarios mencionados se reunieran con AMLO, se supo de la ampliación del muro. En una primera reacción, el Presidente culpó a los “fanáticos republicanos” de hacer “politiquería” con el espinoso asunto.
Dijo en la mañanera: “Esa autorización para la construcción del muro es un retroceso, porque eso no resuelve el problema. Hay que atender las causas”.
El tono cambió en el discurso de 58 segundos que pronunció posteriormente frente a la delegación estadunidense: “Nos importa mucho esta comunicación, esta relación de entendimiento y de amistad, vamos mucho muy bien y yo creo que vamos a poder, los dos países, enfrentar nuestros problemas”.
La canciller Alicia Bárcena les recordó a los visitantes que el gobierno de México es absolutamente renuente a que haya muros, aunque dio crédito a la versión de los visitantes.
“No teníamos opción”, aseguró Mayorkas, al asegurar que esos recursos ya se habían asignado desde la época de Trump y legalmente están destinados a esa tarea.
*El anuncio de la Casa Blanca no encierra una extraña coincidencia. Los sospechosistas ven un fondo electoral. El tema del combate a la inmigración ilegal vende electoralmente.
Los republicanos lo han monopolizado como tema de campaña y de gobierno por décadas. Biden tiene aspiraciones de reelegirse y el tema está candente.
La frontera sur de EU está en plena crisis migratoria. La Patrulla Fronteriza reportó 300 mil detenciones de wetbacks (espaldas mojadas) en el valle del Río Bravo, entre octubre de 2022 y agosto de 2023. Los cruces de ilegales, lo vemos todos los días, son masivos.
Buscamos en CNN información al respecto. Encontramos que Biden es el primer presidente demócrata en autorizar la ampliación del muro.
La medida que nos trae a la memoria la época de Vecinos distantes, magistralmente descrita en el libro de Alan Riding, entonces corresponsal del New York Times, que lleva ese título.
El presidente George Bush (1989-1993) inició la construcción del muro. Su hijo George W. Bush (2001-2009) lo amplió. Pero el mayor tramo se hizo en la época de Donald Trump (2017-2021).
El muro cubre mil 100 kilómetros de los tres mil 100 que mide la frontera con Estados Unidos. Biden le va a agregar 32 kilómetros en Texas.
*¿Pleito entre poderes en puerta?
A la instrucción de la Suprema Corte de Justicia al Senado de elegir, en este periodo de sesiones, a los tres comisionados que le faltan al pleno del Inai, siguió el amague de Ana Lilia Rivera, presidenta de la mesa directiva de la Cámara alta.
La senadora valora la posibilidad de ejercer la facultad que la Constitución le confiere y exigir al máximo tribunal resolver asuntos que tiene atrasados
¿Cuáles? La resolución de la Ley de Austeridad Republicana, “porque han esperado tantos años para resolverlo” y el tema de los grandes evasores de impuestos.
“El Senado tiene la obligación de cumplir con las atribuciones que la Constitución le confiere, entre las cuales se encuentra la designación de distintas autoridades. Sin embargo, el cumplimiento de esos deberes es complejo y no depende de la voluntad de una persona ni de una sola fuerza política”, dijo.
Previamente contó un episodio que la marcó cuando apenas era pasante de derecho. Un conflicto entre ejidatarios en Tlaxcala dispuestos a matarse por la tenencia de la tierra.
“Me tocó vivir de cerca la buena política de un hombre sabio que, para mi suerte, me lo he encontrado aquí: el senador, en ese tiempo gobernador (de Tlaxcala), José Antonio Álvarez Lima.
“Vio que todos los campesinos de mi comunidad iban representados por su servidora, que no tenía mucha experiencia, pero era la única abogada que habían podido pagar. Y no pagaban, sino que los asesoraba.
“Y entonces el hoy senador decidió pagar la defensa legal de los desprotegidos, que era el ejido con el que yo iba. Y me tocó vivir la buena política de un hombre sabio, como es José Antonio Álvarez Lima.
“Ante la amenaza que en los dos pueblos hubiera muertos, él tuvo la capacidad de dialogar y de frenar un conflicto que era inevitable. Eso también marcó mi vida. La política sí sirve para resolver problemas”, puntualizó.