La sequía que azota a Álamos ha alcanzado niveles críticos, poniendo en jaque a la industria ganadera de la región. Según reportes, más de 50 mil reses se encuentran en riesgo debido a la falta de agua y alimento, lo que ha llevado a los ganaderos a vender su ganado a precios bajos para evitar mayores pérdidas.
La situación ha generado una alerta entre los productores, quienes enfrentan no solo la pérdida de sus animales, sino también un impacto económico significativo. La falta de lluvias ha mermado las reservas de agua y los pastizales, lo que ha llevado a una escasez de alimento para el ganado.
Ante esta crisis, la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) ha levantado la voz, solicitando apoyo a las autoridades estatales y federales. La UGRS busca medidas que ayuden a mitigar los efectos de la sequía y aporten soluciones a largo plazo para garantizar la sustentabilidad de la ganadería en la región.
La economía de Álamos depende en gran medida de la industria ganadera, por lo que la actual crisis hídrica representa una amenaza real para el bienestar y el futuro de sus habitantes. Es imperativo que se tomen acciones inmediatas para enfrentar esta situación y proteger a los ganaderos y sus familias.
Con información de El Diario del Yaqui y Édgar Coronado.