La zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León, experimentó una escalada de violencia el 26 de septiembre. Las autoridades informaron sobre el descubrimiento de al menos 12 cadáveres en seis ubicaciones diferentes. El primer hallazgo tuvo lugar en San Nicolás de los Garza, donde se encontraron los cuerpos mutilados de tres hombres. Incidentes similares se reportaron en Apodaca, Juárez, García, Monterrey y Santa Catarina. En Santa Catarina, se encontraron dos hieleras con restos humanos y un mensaje amenazante del Cártel del Noreste (CDN).
El secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Palacios, atribuyó esta ola de violencia a una “purga” dentro del cártel. Las cartulinas encontradas junto a los cuerpos indicaban una posible infiltración de miembros que podrían estar filtrando información a otros grupos delictivos, como el Cártel de Sinaloa y Los Rodos. Uno de los mensajes decía: “Esto me pasó por andar apoyando a Los Rodos y a Los Sinaloas a quererme infiltrar con el CDN y pasar información al ‘Toro’, ‘La Wera’, encargados de tiendas de droga en Juárez y Guadalupe. Ábranse porque si no así van a quedar. Atte. Cártel del Noreste”.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado detenciones relacionadas con estos incidentes y se desconoce la identidad de las víctimas. A principios de 2023, se advirtió sobre un aumento en la presencia de sicarios del Cártel del Noreste en el estado. En enero, 40 miembros intentaron ingresar a Nuevo León, pero 30 fueron detenidos y siete más perdieron la vida. La presencia de este cártel en Nuevo León se debe a su interés en controlar rutas de tráfico de drogas que conectan con otras regiones y con Estados Unidos.