Javier Milei se metió en una polémica internacional. El candidato libertario trasladó su estilo histriónico y provocador fuera del país que terminó con un cruce con el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Fue durante una entrevista que dio al programa colombiano Nocturna RCN, Milei dijo que “la decadencia de Argentina empieza con esto de abrazar las ideas socialistas, es decir, la verdadera enfermedad argentina se llama socialismo. En la medida que un país abraza esas ideas, lo único que le va a ocurrir es ser cada vez más pobre”.
“Es lo que le pasa a Argentina, donde no solo se destruye lo económico, sino se destruye lo social y lo cultural en todos los aspectos de la vida. O sea, la decadencia es general en todos los aspectos de la vida y eso es socialismo”, continuó el diputado nacional.
Milei continuó con su narrativa anti-socialista y disparó: “Todo lo que toca el socialismo lo destruye. El socialismo siempre fue un fracaso en lo económico, lo social y lo cultural. Es un sistema asesino que asesinó a 150 millones de seres humanos. Yo no entiendo como pueden seguir creyendo en ese sistema”.
“¿Sabés lo que sucede? Es el sistema que le permite a los envidiosos y resentidos llevar una vida más cómoda. Porque ¿qué es en el fondo un socialista? Es una basura, es excremento humano que, básicamente, por no querer soportar el brillo de otro ser humano, está dispuesto a que todos estén en la miseria. Eso es un socialista, en el fondo es una enfermedad del espíritu, una enfermedad del alma. Son malas personas, esa es la realidad”, concluyó.
Milei se encuadra en la idea anti-globalista del ex asesor de Donald Trump, Steve Bannon y el filosofo de cabecera de Jair Bolsonaro, Olavo De Carvalho, sectores que asesoran al libertario en su campaña electoral.
Todo lo que toca el socialismo lo destruye. El socialismo siempre fue un fracaso en lo económico, lo social y lo cultural. Es un sistema asesino que asesinó a 150 millones de seres humanos. Yo no entiendo como pueden seguir creyendo en ese sistema
— Javier Milei
Como contó LPO, Milei tiene vínculos con grupos ultraconservadores evangélicos que constituyen una ola neopentecostal basada en la llamada “teología de la prosperidad”. Se trata de sectores que tienen un poder económico descomunal y acompañaron a Trump durante su gobierno. Esto preocupa al Departamento de Estado que milita para evitar el crecimiento de grupos que se identifican con Trump.
Tras los resultados de las primarias, Milei endulzó los oídos de la extrema derecha evangélica con un listado de consignas que forman parte de la esencia de su pensamiento político pero enlazan con un mensaje destinado al fundamentalismo religioso. Milei hizo una promesa que ya habían hecho antes Trump y Bolsonaro: la idea de trasladar la embajada de su país desde Tel Aviv a Jerusalén. Además, reiteró que anulará el derecho al aborto, reforzó su predica en contra de la ideología de género y volvió a restarle entidad a las preocupaciones por el cambio climático.
La posibilidad de un gobierno de Milei cae simpático también en la ultraderecha española de Vox, el gobierno de Viktor Orban de Hungría, la italiana Giorgia Meloni o el PIS, partido que gobierna Polonia.
La Política Online