Nos cuentan que ayer siguieron los jaloneos en Morena con motivo del levantamiento de la encuesta que definirá la candidatura presidencial. Por el lado de los operadores de Marcelo Ebrard, la diputada federal de Guerrero Araceli Ocampo insistió en que ni los encuestadores ni los representantes de las otras corcholatas llegan a los lugares acordados, pero esta vez también hubo denuncias del otro lado, ya que representantes de Claudia Sheinbaum en Aguascalientes denunciaron agresiones de la diputada ebrardista Salma Luévano y del exdiputado Heder Guzmán, presuntamente para frenar el levantamiento de las encuestas; desde luego el equipo de Ebrard aseguró que los otros agredieron verbalmente a los primeros. Para cerrar con broche de oro, nos señalan las declaraciones de Gerardo Fernández Noroña quien dijo que don Marcelo no sabe perder y quiere “descarrilar” el proceso. Desconfianzas, golpes y acusaciones, todo parece indicar que la encuesta enfrenta algo más que “un reto logístico”, como lo ha aceptado la dirigencia nacional morenista.
Las boletas de la ilusión que imprimió el mini INE del FrenteNos recuerdan que cuando se anunció el acuerdo de echar a andar un proceso innovador para decidir la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, los presentaron como un “mini INE”, con experiencia en organización electoral, sin militancia partidista y con una probidad que garantizaría la transparencia del ejercicio. Ayer, nos hacen ver, los integrantes del Comité Organizador del Frente quedaron reducidos más bien a micro INE. Desde la tarde del miércoles, el país entero sabía que Xóchitl Gálvez era la candidata única, que Beatriz Paredes había desistido de su aspiración y que PAN, PRI y PRD habían decidido cancelar la votación primaria del domingo; 24 horas después, al Comité le tocó el papel de dar conferencia de prensa para anunciar oficialmente lo que ya todos sabían. Hablaba por sí misma la imagen de los encargados del proceso ciudadano mostrando las boletas impresas para la votación que ya no habría. Eso sí, muy sonrientes salieron en ellas doña Xóchitl y doña Beatriz.
Le fallan los acuerdos a la mayoría morenista en el SenadoNo le alcanzó a Marybel Villegas para presidir la Cámara de Senadores, pese a contar el apoyo del presidente de la Junta de Coordinación Política, Eduardo Ramírez, y del grupo monrealista en la bancada de Morena. Nos cuentan que la operación para mantener el control de la Mesa Directiva, que incluyó la declinación de la senadora Bertha Caraveo, no fue suficiente. Tras el conteo final de la votación que le dio el triunfo a Ana Lilia Rivera, hubo quienes extrañaron el tejido de acuerdos que solía lograr Ricardo Monreal antes de perder su peso político y acabar como corcholata de media tabla para abajo. También, nos hacen notar, hubo otros que recordaron que doña Marybel ha perdido de todas, todas: la candidatura al gobierno de Quintana Roo, la presidencia del Congreso estatal y la presidencia del Senado.
Layda tira la casa por la ventana para el informe de AMLOLa que nos cuentan que echó la casa por la ventana para recibir al presidente Andrés Manuel López Obrador fue la gobernadora Layda Sansores, que inundó la capital estatal, la famosa ciudad amurallada, con anuncios espectaculares y pendones en una bienvenida con olor a nostalgia por los tiempos en que el día del informe de gobierno era en realidad “el día del presidente”. Mientras tanto, nos detallan, en la estación de San Francisco Campeche se laboraba a marchas forzadas para enchular las instalaciones: pavimento nuevo, pasto, grúas y un ejército de trabajadores para que el primer recorrido del Mandatario a bordo del Tren Maya no tenga fallas.