El gobierno federal publicó este martes un informe sobre el caso Ayotzinapa en el que reconoce que integrantes del Ejército estaban relacionados con el grupo criminal de “Guerreros Unidos”, al que se le señala por la desaparición de los normalistas.
En el documento titulado “Ayotzinapa. Narrativa de los hechos, de acuerdo con la investigación realizada”, se citan diversos testigos y mensajes de texto aportados por la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés) con los que se sustenta que tres mandos del Ejército estaban vinculados con este grupo delincuencial.
“Al momento de la desaparición de los estudiantes, Guerreros Unidos mantenía un importante nivel de penetración y cooptación de las autoridades encargadas de la seguridad pública y el combate al narcotráfico en la región. Esta red que involucraba a autoridades de los tres órdenes de gobierno fue, sin duda, un factor que facilitó y perpetró la desaparición forzada de los 43 normalistas”, se lee en el informe.
Según las autoridades federales, el entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 batallón de Infantería; el coronel Rafael Hernández Nieto, comandante del 41 batallón, y el capitán José Martínez Crespo estaban vinculados con las operaciones de Guerreros Unidos en Iguala.
“Conforme a estas declaraciones, algunas brindadas en procesos judiciales en Estados Unidos, estos elementos recibían dinero de Guerreros Unidos, proveían armas y municiones, facilitaban el trasiego de drogas y brindaban protección al grupo delictivo”, agrega el informe.
En declaraciones previas, el gobierno mexicano ha señalado que la desaparición de los jóvenes fue por órdenes del coronel José Rodríguez Pérez, quien fue detenido y vinculado a proceso por delincuencia organizada.
Por otra parte, el ahora general en retiro Rafael Hernández Nieto fue detenido en julio pasado en la ciudad de Puebla.
Mientras que en 2022, un juez vinculó a proceso al general José Martínez Crespo, acusado del delito de delincuencia organizada por la desaparición de los 43 normalistas.
Entre las tres posibles causas de la desaparición de los normalistas que se plantean en el documento se considera que pudo haber una confusión de Guerreros Unidos por una presunta infiltración de Los Rojos, contra quienes se disputaban el control en Iguala, entre los estudiantes.
En segundo lugar, se encuentra “la intención” del entonces alcalde José Luis Abarca y Guerreros Unidos por protestas en el Palacio Municipal de Iguala, así como el asesinato de tres líderes sociales: Arturo Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez y Félix Rafael Bandera.
Una tercera causa de la desaparición está probable presencia de drogas, armas o dinero en alguno de los autobuses que tomaron los estudiantes.