El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) tiene planes de “expandir agresivamente” la presencia de sus agentes de investigación criminal transnacional en México durante 2024. El objetivo principal es frenar la producción y tráfico de fentanilo en territorio mexicano, un opioide sintético altamente adictivo. Esta droga, según el DHS, se produce en su mayoría en México y luego se trafica hacia Estados Unidos, generando ganancias multimillonarias para las organizaciones criminales.
El Departamento de Estado de EU anunció la “Estrategia para Combatir los Opioides Ilícitos”, elaborada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del DHS. Esta estrategia confirma que oficiales y fiscales estadounidenses ya se encuentran desplegados en México, trabajando en investigaciones de alto perfil dirigidas a cárteles y otras organizaciones delictivas transnacionales. La expansión planeada para 2025 busca mejorar la productividad y centrarse específicamente en la producción ilícita de opioides.
El fentanilo ha causado estragos en la población estadounidense, siendo 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. En 2022, se registraron aproximadamente 110 mil sobredosis mortales en Estados Unidos debido a esta sustancia. La estrategia del DHS también señala que la mayoría de los precursores químicos para la producción de fentanilo provienen de China, pero son transportados a México y Centroamérica antes de llegar a manos de los cárteles mexicanos.
Finalmente, el DHS busca trabajar en conjunto con el sector privado, alertando sobre empresas que podrían estar involucradas en el tráfico de precursores químicos. Además, se menciona el contrabando de armas de fuego de EU a México como un factor que fortalece a los cárteles en su lucha contra las autoridades mexicanas.