Este miércoles se cumplen tres semanas de que Claudia Sheinbaum fue elegida como la virtual candidata presidencial de Morena para el 2024, por lo que recibió el polémico “bastón de mando” de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese a que la ex jefa de Gobierno de la CDMX se apuró a otorgarles un cargo temporal a las “corcholatas” que participaron en el accidentado proceso interno, todo indica que por lo menos tres de estas no terminan de dar crédito a lo que sucedió y su futuro es incierto.
El exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, el excoordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, y el excanciller Marcelo Ebrard no quedaron convencidos de los resultados, pese a que los dos primeros sí los acataron y Ebrard aún mantiene esperanzas de que Morena reponga el proceso.
En el caso de Adán Augusto López, se reconoce que sufrió de una mala estrategia que lo llevó al cuarto lugar, abajo del diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien se convirtió en el vocero de Sheinbaum y apunta a ser el coordinador de los diputados de Morena en la nueva legislatura surgida de las elecciones del 2024.
Los análisis del “fracaso” de Adán Augusto López responsabilizan a Arturo Ávila, quien desde el principio encapsuló al candidato y desató confrontaciones con el equipo cercano. Junto con la diputada federal, Andrea Chávez –quien tras el triunfo de Sheinbaum desempolvó sus fotos con ella para publicarlas en las redes– se apoderaron de la operación política y financiera para dejar fuera al enviado y brazo derecho del presidente López Obrador, César Yáñez.
Esa confrontación no ayudó ni cayó nada bien al Presidente. Arturo Ávila se adueñó de la agenda del exsecretario de Gobernación y le abrió las puertas también al influencer español, Abraham Mendieta, quien junto con Andrea Chávez llevaron la campaña de redes sociales y mediática de Adán Augusto López, quien pese a todo hoy apunta hacia la presidencia nacional de Morena o al eventual gabinete de Sheinbaum.
Las maniobras para apoderarse de todo también llevaron a Ávila a confrontarse con Leonel Godoy, responsable de la coordinación nacional de delegados políticos.
A Arturo Ávila lo recomendaron muy bien y por ello Adán Augusto lo acogió en su equipo como secretario de Gobernación. Su ingreso fue en octubre del 2022 para ocupar el cargo de director general de la Unidad de Enlace con gobernadores y presidentes municipales.
En la campaña, Ávila fue quien distribuyó los dineros recaudados –donados por empresarios– para entregar a los operadores del país en la promoción de la campaña, pero en realidad dejó muchas dudas que se haya cumplido porque hubo varias inconformidades.
El caso de Ricardo Monreal es aún más vergonzoso, pues no se esperaba que lo mandaran al último lugar del proceso, como la sexta “corcholata”. Su semblante el día de la “unción” de Sheinbaum lo dijo todo: al excoordinador morenista lo trataron con la punta del pie y quedó claro que el reencuentro con el presidente López Obrador no significó nada. Monreal no contó con gran operación política ni financiera para sus giras y tras el resultado quedó descartado para encabezar la Cámara de Diputados y tampoco podrá repetir en el Senado. De igual forma se le cerró la puerta en la CDXM y lo único que le queda es pelear con un cercano a la alcaldía Cuauhtémoc.
En el caso de Ebrard, su apuesta está en echar abajo el proceso interno de Morena con impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Será su último intento para convertirse en candidato del oficialismo. Su Plan B es irse a la oposición, aunque Movimiento Ciudadano y el Frente Amplio por México tengan ya a sus candidat@s con l@s que van a jugar en el 2024. Ebrard sabe que en política nada está escrito.
Posdata 1
La inesperada muerte del fiscal Juan Ramos, encargado de los asuntos más importantes de de la Fiscalía General de la República (FGR), abre una encrucijada para el actual titular del ministerio público, Alejandro Gertz Manero, quien convocó este fin de semana a reuniones extraordinarias para abordar el asunto y nombrar a la brevedad al nuevo encargado de la Fiscalía Especializada de Control Competencial.
Hasta este lunes no se tenía definido al sustituto de Ramos, quien falleció el viernes de un infarto fulminante tras una cirugía de riñón en el Hospital Ángeles del Pedregal, donde también está internado el abogado Juan Collado, quien la semana pasada logró que un juez federal le cambiara la medida cautelar para que abandone el Reclusorio Norte, a cambio de entregar su pasaporte y usar un brazalete.
Además de los casos de la familia política del fiscal Gertz y la Universidad de las Américas Puebla –donde era catedrático–, Ramos supervisaba asuntos de la primera importancia para el gobierno, como los relacionados al caso Ayotzinapa, el del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya –que ha ido ganando varias instancias a la FGR recientemente–, entre otros.
Este fin de semana, al fiscal Gertz Manero se le vio “triste” caminar por los pasillos de la FGR, pues Juan Ramos, además de ser su amigo, llevaba más de 15 años trabajando con él y unos 30 en total de conocerse. Los otros dos fiscales de mayor confianza de Gertz son Germán Castillo Banuet, titular de la Fiscalía Especializada de Control Regional, y Alfredo Higuera Bernal, titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, por lo que probablemente uno de ellos tome las responsabilidades que tenía Ramos.
Posdata 2
No cabe duda que el plan maestro del presidente López Obrador no solo es que su sucesora sea Claudia Sheinbaum, sino que alcance la mayoría calificada en el Congreso y pueda despedirse de su gobierno, en septiembre del próximo año, con dos o tres reformas constitucionales: la del Poder Judicial, la electoral y la de la Guardia Nacional, en ese orden de importancia.
Este fin de semana, durante sus giras por Sinaloa y Oaxaca –en las que no le fue muy bien, pues recibió abucheos–, la exjefa de Gobierno reveló que AMLO le pidió un “Plan C”, que es precisamente que Morena y sus partidos aliados obtengan una supermayoría para poder hacer las reformas que quedaron pendientes en la actual legislatura.
No se ve fácil que vaya a lograrse, aun con un Movimiento Ciudadano que podría terminar siendo comparsa de Morena en el 2024. Por lo pronto, Sheinbaum deberá elegir bien a l@s candidat@s que competirán por las nueve gubernaturas el próximo año, sobre todo en las más importantes por su número de distritos electorales: CDMX, Jalisco y Veracruz. En el primer caso, las cosas están que arden en Morena por la definición de si será un externo al movimiento, pero cercano a la exjefa de Gobierno, como Omar García Harfuch o incluso Mario Delgado, o una de las “puras”, cercana a López Obrador y sobre todo a las bases duras del morenismo y a los llamados “ultras”. De pronóstico reservado esa elección.