Desde los primeros días de junio, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal comenzaron a negociar con la dirigencia de Movimiento Ciudadano (MC) su eventual candidatura a la presidencia de la República.
De acuerdo con dirigentes y legisladores de MC consultados por Latinus, los encuentros se dieron en las oficinas del senador Dante Delgado Rannauro; primero lo hizo con Monreal y luego con Ebrard.
Los morenistas analizaron la posibilidad de ser aspirantes a la presidencia por MC, a lo que el senador Delgado puso una condición: para avanzar era necesario que ambos se retiraran de la encuesta de Morena, o bien, declinaran en los primeros días de los recorridos que hicieron las llamadas “corcholatas”.
“El acuerdo era que no llegaran al 6 de septiembre, es decir, mañana, cuando se den a conocer los resultados de las encuestas, pero allí siguen, esperando el milagro”, confió un legislador de MC.
Ninguno declinó, por lo que desde el martes 6 de junio el líder emecista advirtió públicamente que no aceptaría a ningún personaje de Morena que aspire a la presidencia de México, además de que irían solos como fuerza política a las elecciones del próximo 2 de junio.
Si bien los morenistas no aceptaron la condición de Dante, las conversaciones no se interrumpieron, confió un legislador de MC, porque siguieron en restaurantes como el Estoril y Galea.
Como el periodo proselitista de las llamadas “corcholatas” se llevó a cabo del 19 de junio al 27 de agosto, las reuniones fueron encabezadas por representantes de Ebrard y Monreal que trabajaron con ellos en Relaciones Exteriores y del Senado, respectivamente.
De acuerdo a los emecistas, su dirigencia estaba reunida con los representantes de Ebrard cuando hubo una crisis en la que el excanciller exigía que se incluyera una de las encuestadoras que proponía.
Ante la negativa, vía telefónica se pidió al equipo del excanciller salirse de la reunión morenista, ya que en días pasados, habían sufrido varios “desaires” como el haber sido rechazada su pregunta ¿Quién quieres que sea el candidato?, además de que parte del dinero prometido para la campaña se les entregó con considerable retraso.