LA SUPREMA CORTE de Justicia de la Nación (SCJN) agotará el procedimiento para sustituir a los magistrados José Luis Vargas e Indalfer Infante González, sin saber que las dos ternas, una de hombres y otra de mujeres, tendrán en el Senado la suerte que tienen hasta ahora más de 100 nombramientos atorados por falta de consensos.
El próximo lunes la Corte, que preside Norma Lucía Piña, escogerá de entre los 61 aspirantes a 12, los que comparecerán el día 25 de septiembre para de ahí definir a los tres hombres y las tres mujeres que irán al Senado.
Indalfer, quien al igual que el magistrado Felipe Fuentes, que termina a finales del próximo año, son los dos únicos de carrera en el Poder Judicial de la Federación y se sabe que la SCJN experimentará una fuerte tensión para integrar las ternas.
La crisis en la relación del Poder Judicial con el Presidente Andrés Manuel López Obrador puede pesar en el ánimo de los ministros cercanos a Palacio Nacional para depurar esas listas con otro enfoque: el político partidista.
Se requieren dos magistrados químicamente adoptados por el partido en el gobierno, Morena, y sus grupos o corrientes.
Si son puristas, la terna de hombres de efectiva carrera judicial sería: Alejandro González Bernabé, el Consejero de la Judicatura; y el Magistrado Armando Maitret; ambos tienen magníficas relaciones con los ministros y una gran vinculación con el ministro Arturo Zaldívar.
Y en esa lógica debería estar en esa terna Alejandro Avante, que igual que Maitret, es de formación mixta electoral y judicial, jueces o magistrados de carrera.
Pero puede haber sorpresas: entre los 12 que se definirán el próximo lunes pueden aparecer nombres que pocos traen en el radar: apunte a Clicerio Coello Garcés, buen perfil, muy cercano a Morena y a la senadora y ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y, especialmente a su paisano, el chiapaneco Zoé Robledo, director del IMSS.
Atentos también con José Luis Ceballos Daza y Bernardo Valle, a quienes se les ubica en un sector de Morena en la CdMx, y por tanto, con la candidata a la Presidencia, Claudia Sheinbaum. Y en esa línea, a Héctor Romero Bolaños, muy cercano a Horacio Duarte, el número dos en el entrante gobierno de Delfina Gómez en el Estado de México.
De las 16 mujeres, las semifinalistas más fuertes son Adriana Favela, ex magistrada regional del Tribunal Electoral y ex consejera del INE que, de ser afín al PRI, se hizo cercana al gobierno de AMLO.
También apunte a la guapa sonorense Zulema Mosri, magistrada del Tribunal Fiscal de Justicia Administrativa, muy cercana a la nueva presidenta del INE, Guadalupe Taddei.
El tercer lugar de la terna de mujeres puede ser para una aspirante que no sea identificada con la 4T, quien iría de relleno, solo para dar algo a la oposición en el Senado.
XÓCHITL GÁLVEZ SE está yendo a pique y nadie hace nada para ayudarla. El problema, dicen, es que tampoco se deja ayudar. Más allá del plan de gobierno que trabaja José Ángel Gurría, la hidalguense no tiene un equipo que la asesore y acompañe. Los dos únicos a los que presta oídos son Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín. Ambos quieren replicar la fallida campaña de hace seis años de Ricardo Anaya. El puesto de coordinador de campaña que le dieron a Santago Creel fue de ornato porque nadie le hace caso. Por si lo anterior no fuera suficiente, varios sectores del PAN no la terminan de aceptar porque no la consideran militante y hay muchos priistas resentidos por la forma en que bajaron a Beatriz Parades. Urge que Xóchitl arme su cuarto de guerra. Gente talentosa a su alrededor tiene de sobra.
EN LAS PRÓXIMAS horas quedará consumado el rechazo de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, a la exigencia de Marcelo Ebrard de reponer el proceso interno de ese partido que le dio a Claudia Sheinbaum las llaves de la candidatura presidencial y que ha puesto al ex Canciller en una situación por lo demás incómoda. Será el último intento de Ebrard, antes de decir adiós al movimiento que creó Andrés Manuel Lopéz Obrador para llegar a Palacio Nacional. La pregunta es hasta qué grado se dará el rompimiento: si solo con Mario Delgado y Alfonso Durazo, a quienes acusa de promover las irregularidades que denuncia, o también con el huésped de Palacio Nacional.
POR CIERTO QUE quien sumó bonos en su aspiración a la gubernatura de Puebla fue el diputado Ignacio Mier. Y es que supo operar bien políticamente para convencer a unos 40 legisladores afines a Marcelo Ebrard para que se sumaran a Claudia Sheinbaum, mismos que se le rindieron a sus pies este miércoles. Uno muy significativo, por cierto, es el chiapaneco Juan Salvador Camacho Velasco, el hijo, ni más ni menos, de Manuel Camacho Solis, el mentor de Ebrard y hasta hace unos días apoyador del ex Canciller. El ex diputado morenista expresó vía telefónica esta semana su apoyo total a Sheinbaum.
HABLANDO DE CHIAPANECOS, Manuel Velasco está por convicción con Claudia Sheinbaum y va arrancar una gira nacional para apoyarla. A diferencia de Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña, no necesita cargos ni busca premios de consolación. Sorprendió a propios y extraños: sin mayores aspavientos alcanzó una votación de 8.6% en la encuesta de Buendía. Su fuerte es su experiencia en el terreno electoral. Fue electo por votación mayoritaria diputado local, diputado federal, gobernador y senador. Un activo acostumbrado a la competencia política que será de mucha utilidad a Sheinbaum.