Tras su regreso de una gira por Colombia y Chile, el presidente Andrés Manuel López Obrador se mantuvo firme en su postura sobre la unidad en Morena. A pesar de las tensiones internas y el ultimátum de Marcelo Ebrard, AMLO aseguró en su conferencia matutina que no hay ni habrá fractura en su movimiento.
El mandatario destacó que Marcelo Ebrard es su amigo y compañero, y que lo estima mucho. “Quisieran nuestros adversarios que hubiese fractura en el movimiento; no hay eso ni habrá, porque nuestro pueblo está a favor de la transformación”, expresó López Obrador. Además, fue enfático al mencionar que ya entregó la dirección del movimiento a Claudia Sheinbaum, a quien describió como “excepcional, extraordinaria y con convicciones”.
Por su parte, el pasado lunes, Ebrard anunció que decidirá su futuro político una vez que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido resuelva la impugnación del proceso. Acusa irregularidades y un fuerte apoyo a Claudia Sheinbaum, y plantea la posibilidad de formar su propio movimiento político si no se atienden sus demandas.
Finalmente, el presidente defendió el proceso interno de Morena, argumentando que se acabaron las prácticas del pasado. “Se acabó el dedazo, el acarreo, la cargada, todo esto que hicieron nuestros adversarios durante tanto tiempo, durante siglos”, concluyó.