La sucesión presidencial inició su fase de definiciones como ya se esperaba: El regreso de la cargada de los partidos políticos y un peligroso descarte de la sociedad apartidista. Cuidado, ese fiel de la balanza puede generar algunas sorpresas en una pelea que por lo pronto está a favor del actual régimen.
Por primera vez en su historia el PRI no designa candidato propio.
Eso podría generar muchas decepciones por parte de simpatizantes, que aún los tiene el ex partidazo.
Pero lo más decepcionante en la definición del Frente Amplio fue la desaparición de la sociedad apartidista, mal llamada sociedad civil.
La pregunta se antoja natural: ¿Dónde quedó la marea de ciudadanos que inundó las calles en la defensa del INE?
¿Qué no era esa la fuerza principal de Xóchitl?
Si la flamante candidata presidencial piensa con estrategia básica está obligada a una reconciliación urgente con esa parte de la sociedad apartidista.
Porque el aparato de Estado se irá contra ella, su familia, sus cercanos y sus apoyadores.
El triste espectáculo que brinda Marcelo Ebrard es una probadita de lo que viene para Xóchitl.
Marcelo está siendo vapuleado, como un ejemplo para los que piensan salirse del carril.
Así que lo mejor está por venir.
Y, desde luego, después de las nominaciones presidenciales vendrán en cascada las candidaturas en ambas cámaras y en los estados.
¿Qué aporta Sonora en este escenario?
Poco, casi nada. No hay estrellas en el firmamento.
En cambio hay demasiado liliputiense mental.
Pero así ha sido siempre la política.
Poquitos garbanzos de a libra.
Lo que se ve hasta ahora es a personajes con mentalidad del pasado que se promocionan en columnas periodísticas de poca cobertura, con logros ridículos, como uno que promociona a un alcalde del otro extremo del país que se interesa por el modelo de las patrullas eléctricas de Hermosillo. Ufffffff. Sí, esas patrullas rentadas que serán devueltas a su dueño al término de la actual administración municipal.
Para cualquier aprendiz de la comunicación masiva es regla básica no promocionar un mismo tema en espacios de varias plumas. Obviamente la estrategia pierde efectividad. Y quedan en ridículo.
¿Xóchitl necesita en los estados apoyos de este tipo de genios?
Definitivamente no.
Ambas candidatas deben voltear hacia el voto independiente, el que no tiene compromisos. Y convencerlo, claro. El de sus partidos ya lo tienen. Hay que captar las simpatías externas.
Que empiece el show… costeado por los mexicanos.