El salvavidas de Claudia Sheinbaum es Omar García Harfuch. En un escenario en el que la exjefa de Gobierno de la CDMX se observa aislada y con la ausencia de reflectores que le otorgaba el enorme presupuesto capitalino, una campaña en mancuerna con su muy bien posicionado secretario de Seguridad Ciudadana sería la fórmula para recuperar los votos y la fortaleza que se requieren para ganar una candidatura y posiblemente una contienda presidencial.
Para lograr esa mancuerna, Sheinbaum primero tendrá que convencer al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las ventajas que le daría a su movimiento impulsar a García Harfuch, sobre todo en un escenario en que el fenómeno de Xóchitl Gálvez aún podría reenfocarse para competir por la capital del país.
El “súper policía” de la CDMX no está en los cariños de AMLO, simple y sencillamente porque formó parte de la estructura de la antigua Policía Federal. También existe una tendencia del titular del Ejecutivo por impulsar a una mujer para la jefatura de Gobierno; los nombres que se han barajado son los de Rosa Icela Rodríguez, Luisa María Alcalde y Clara Brugada.
Aun con esta dificultad, Sheinbaum se encuentra convencida de que es momento de impulsar a su propia “corcholata”, ante una petición de algunos de sus más cercanos de que se haga el intento. Asimismo, el puesto de secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal ya no parece ser tan atractivo para García Harfuch, entre otras cosas por el control que ejerce plenamente el Ejército en esa área.
En ese tenor se entienden los recientes mensajes sobre el posicionamiento que Omar García tiene en la ciudad, muy superior al que ostenta cualquier otro contrincante independientemente de su bandera. Además de la realidad que reflejan encuestas, la estrategia de Morena y su presidente Mario Delgado es posicionar al secretario de Seguridad capitalina, y de paso incluirlo a él mismo en el proceso, aunque con muy pocas posibilidades de éxito.
Además de los beneficios que una eventual candidatura de García Harfuch aporta al proyecto nacional de Sheinbaum, dejarle las riendas de la CDMX al actual encargado de la seguridad empieza a convertirse en un escenario deseable, o en una prioridad, en especial por el interés que personajes de la política local han puesto sobre la Secretaría de Seguridad Pública.
Ejemplo de esto último es el interés de la polémica alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, de querer convertirse en secretaria de Seguridad Ciudadana y más recientemente en aspirante a la candidatura a jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Es el caso también del alcalde priista de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba, quien pese a tener más tablas y experiencia, las encuestas no lo favorecen por el momento.
A todo esto se suma que Morena prepara el terreno para regresar a la capital del país al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien tras superar su ambición por llegar a la jefatura de Gobierno ahora aspira a competir y arrebatarle a la oposición la alcaldía que lleva su nombre y en la que nació.
Por todo esto, la candidatura y eventual triunfo de Omar García Harfuch en las elecciones locales de 2024 empieza a ser, más que una posibilidad, una prioridad para Morena y para los capitalinos; el reto es convencer a AMLO de que la sede de los poderes de la Federación necesita urgentemente un blindaje.
La más reciente encuesta de Enkoll para EL UNIVERSAL expuso que si hoy fueran las elecciones para jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Omar García Harfuch ganaría la contienda como posible abanderado de Morena, PT y PVEM con 53% de la preferencia efectiva de los votantes.
En segunda posición se encuentra el actual alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, como posible abanderado aliancista del PAN, PRI y PRD, con 39%, y en tercer lugar, el diputado federal de Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski con 8% de las preferencias.
La semana pasada, la encuestadora Consulta Mitofsky publicó un sondeo en El Economista en que el situó a García Harfuch con 35% de la preferencia efectiva. El secretario de Seguridad Ciudadana destacó con la mayor diferencia en votos contra la oposición. Si fuera el candidato de la alianza Morena, PT y PVEM, obtendría 47.3%.
Siguen los problemas y las sospechas en procesos licitatorios del ISSSTE, que aún dirige Pedro Zenteno, quien está más preocupado e interesado en irse a un cargo en el gabinete de Delfina Gómez en el Estado de México, que en poner orden en la dependencia.
Recientemente el ISSSTE llevó a cabo la licitación IA-51-GYN-051GYN005-N-83-2023 relacionada con el “Servicio Administrado de Fotocopiado, Impresión y Digitalización de Documentos” para los ejercicios fiscales 2023, 2024 y 2025, con un presupuesto multimillonario de 1,240 millones de pesos.
En este proceso, la Dirección de Administración, y en especial sus colaboradores Juan Carlos Suárez Guzmán y Alfredo de la Vega López, de la Subdirección de Recursos Materiales y Servicios, al parecer hicieron modificaciones de último momento en la junta de aclaraciones y exigieron requisitos imposibles de cumplir para descalificar a las empresas participantes Black Ecco SA de CV, Industrias Sandoval SA de CV y Sistemas Contino SA de CV.
El contrato se adjudicó a la empresa Comercializadora DOPAJ SA de CV, que es representante en México del fabricante Sharp, por un monto superior a los 1,240 millones de pesos. Las suspicacias surgieron porque la dependencia prefirió ocultar los precios unitarios de esta firma.