La exhibición de los lujos del secretario Luis Cresencio Sandoval a 15 meses de que concluya la administración ha empezado a preocupar a la cúpula del ejército. Y en ese tenor se confirmaron distintos movimientos en la Secretaría de la Defensa Nacional, donde de nuevo aparece el general Salvador Cienfuegos, secretario con el PRI y empoderado con la 4T.
Con la venia del presidente López Obrador, se anunció el nombramiento designó al general Gabriel García Rincón como nuevo subsecretario de la Sedena, en sustitución del general Agustín Radilla Suástegui. Antes de causar alta, el conocido compadre de Cienfuegos era Oficial Mayor de Sedena y conoce a fondo las abultadas facturas de las Fuerzas Armadas por las megaobras de la 4T.
Por ello se jaló la cadena de la Oficialía Mayor para abajo, incluyendo la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea, donde García Rincón también trabajó dos años (de 2020 a 2022). De acuerdo con fuentes al interior de las Fuerzas Armadas, se trata de poner en orden el balance general de Sedena antes de la llegada de la nueva administración.
El nuevo subsecretario, junto a los generales Jaime González Ávalos (nuevo Oficial Mayor) y José Alfredo González (nuevo contralor), trabajará en las cuentas de Defensa Nacional con un presupuesto récord para 2023, cerca de 112 mil millones de pesos. Y, de paso, que cuadren las cuentas de Sandoval con viajes millonarios a Nueva York, Moscú o Milán, además de la compra de un departamento valuado en 9 millones de pesos en Huixquilucan.
Lo anterior incluso ante la amenaza de los hackers del Grupo Guacamaya de publicar nueva información. Pero la lealtad probada del general Gabriel García es a la institución por la que ha recibido la condecoración de perseverancia de 45 años de servicios ininterrumpidos. Institución a la que ha servido de norte a sur y de este a oeste del país, lo mismo en Guerrero, Baja California, Quintana Roo, Chiapas, Ciudad de México o Jalisco.
Un dato interesante lo reveló el Semanario Zeta. Durante su paso por la II Región Militar con sede en Mexicali, García Rincón tuvo como informante al narcotraficante José Roque García, quien durante algún tiempo tuvo un perfil criminal de “alta peligrosidad” debido a que perteneció al Cártel de los Arellano Félix. Un delincuente, según dijo entonces, que fue recomendado por la DEA. En otras palabras, el nuevo subsecretario no sólo sabe hacer números (o los hace muy bien).