En las últimas horas aparecieron señalamientos en el PRI sobre la labor de Lorena Becerra en las encuestas que definen la candidatura presidencial opositor. Se trata de la jefa de encuestas de Grupo Reforma y dicen que quiere favorecer las posibilidades de Xóchitl Gálvez. Es un dabte central de cara al próximo relevamiento que se iniciará tras el último foro de las candidatas.
Ya hace algunos días, en el comando de Beatriz Paredes, llamaba la atención que en el trabajo de Becerra había dos realidades enfrentadas. En las encuestas telefónicas la senadora Gálvez tenía una ventaja muy consistente, pero en las encuestas de vivienda la situación era bastante más empatada.
Así las cosas, en el PRI y en el PRD piden que este sondeo decisivo se realice en los domicilios. En el PAN, en tanto, prefieren mantener además la encuesta telefónica como factor de decisión.
Becerra opera en este proceso por un acuerdo que se trazó entre Alejandro Junco de la Vega, titular de Reforma, Claudio X. González y Santiago Creel. El editor manifiesta un respaldo total a Gálvez, lo mismo que el magnate y Creel declinó por la senadora. Una sintonía total que no agrada en la campaña de Paredes. Debe decirse: desde el foro de Monterrey del fin de semana Paredes cree que le puede ganar a Xóchitl.
Otro factor técnico que complica a Becerra: nunca se registró en el padrón de proveedores del INE como autónoma entonces se vuelve muy vidrioso el mecanismo por el cuál se le va a pagar su trabajo.
Estas tensiones explican el clamor que comienza a generarse para que Paredes decline desde ahora. La senadora, según pudo conocer LPO, está dispuesta a declinar pero una vez que Xóchitl la haya vencido en las cansillas.
Pregunta ineludible: ¿Y si Paredes gana en las casillas? En ese caso, por ejemplo, Claudio X. entiende que habría que expulsar al PRI del frente y sumar al PRD y a MC y que el tricolor vaya con su candidata en soledad a la elección presidencial.