Primero, fue el casi anónimo exsenador panista Jorge Luis Preciado, quien dejó el proceso de selección del Frente Amplio por México y, al salir, azotó la puerta y gritó que el proceso es una farsa y una simulación, y que se le hizo de su conocimiento que Xóchitl Gálvez será la candidata de la oposición. Don Jorge Luis renunció al PAN. Ayer, el senador perredista Miguel Ángel Mancera se inconformó y dijo que fue “excluido”. El perredista Silvano Aureoles también hizo berrinche y acusó al comité organizador de haber hecho “chicanadas” y exigió a su partido abandonar dicho comité. Dos cosas nos hacen ver: primera, que no tienen la culpa los suspirantes, sino los que los invitaron a una contienda en la que no tenían la menor oportunidad de triunfar. Y, segunda, que estos reclamos de los suspirantes sin oportunidad le dan un gran material de ataque al oficialismo. El siguiente capitulo, podría ser, que pronto veamos al hoy expanista Preciado, sumarse a las filas de Morena para que, a cambio de una “oportunidad” de obtener alguna candidatura o puesto, se vuelva en un feroz crítico del frente. Cría suspirantes y te sacarán los ojos.
Ahora que el gobierno federal tiene encima una tormenta por el tema de los libros, hay un texto que debería ser consultado en Palacio Nacional. Este libro es de gran utilidad, y por fortuna, no está escrito por la SEP, se llama diccionario de la lengua. En uno de muchos de estos libros se puede leer que el significado de la palabra amagar es “hacer un gesto que indica el inicio de un movimiento o una acción y no llegar a consumarlo”. Ayer, en la casa presidencial se rasgaron las vestiduras y se dijeron víctimas luego de que EL UNIVERSAL tituló esta semana una nota en su portada que dice: “AMLO amaga desaforar a magistrados del Tribunal Electoral”. Se dijo que este diario tergiversó las palabras del Presidente. Él dijo: “Me acusan de violencia política de género y lo que hacen es atribuirme expresiones que yo no expuse en esta conferencia. Es realmente grave, pero ¿a qué tribunal acudo yo? Sí podría solicitar un desafuero y tengo elementos, pero no lo voy a hacer, porque entonces los convertiría en mártires vivientes”. Es decir, el mandatario dijo que podría iniciar un proceso de desafuero, pero que no lo consumaría. Eso en español es amagar. Todo indica que en Palacio están cometiendo un error, o como se diría ahora, tienen un “área de oportunidad”.
Nos hacen ver que dado los altos índices de inseguridad que tiene el estado de Veracruz, se podría pensar que su gobernador, Cuitláhuac García, no tendría tiempo para atender otros asuntos, pero al parecer, él se da sus momentos para poder quedar bien y cumplirle al presidente López Obrador organizándole una protesta frente a la Suprema Corte, con acarreados veracruzanos, en la Ciudad de México. También le dedica tiempo, y recursos públicos, para intentar ser simpático y hacer una defensa a los Libros de Texto Gratuitos, utilizando un gorro al estilo soviético, para tratar de ridiculizar a quienes han denunciado los graves errores que contienen los materiales didácticos. Nos dicen que, si ese tiempo se lo dedicara a combatir la inseguridad, quizá recibiría el reconocimiento de millones de veracruzanos, aunque a él quizá le ilusione más una palmadita presidencial en la espalda.
Las primeras dos conferencias encabezadas por la secretaria de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya para hablar sobre los nuevos Libros de Texto Gratuitos se han convertido en “monólogos” de expertos y servidores públicos, por ejemplo, ayer en la “vespertina” dedicaron una hora y 15 minutos para exposiciones. Tal y como pasaba en los tiempos de la pandemia de Covid-19, cuando se consumía el tiempo con los informes y se dejaba poco tiempo para los cuestionamientos de los representantes de los medios de comunicación, sucedió ayer. Y, por si fuera poco, Ramírez Amaya pidió a los reporteros que sus preguntas se centren en los contenidos que se exponen, esto porque le preguntaron si la construcción de esta nueva estructura curricular fue “controlada” por la cúpula del SNTE. Si quieren que solo les pregunten lo que ellos quieren, deberían de llamar a los lords y ladies de la Mañanera.