Y como en el Ejecutivo tuvieron que frenar por ahora la campaña contra la senadora Xóchitl Gálvez, nos hacen ver que los miembros de Morena en el Legislativo tomaron la estafeta. Ayer, el diputado Manuel Robles acusó, y sin presentar pruebas, a la panista de promover sus aspiraciones presidenciales con recursos públicos, motivo por el cual dijo que ya la denunció penalmente. Tras los señalamientos de don Manuel, diputados de oposición, como Jorge Triana, lo llamaron “lamesuelas” y adelantaron que también lo van a denunciar porque presuntamente tiene antecedentes de violencia extrema y orden de aprehensión por robo, lesiones y amenazas. Nos hacen ver que pareciera que la consigna en Morena es todos unidos contra Xóchitl.
Quien ayer no tuvo un buen día fue la consejera jurídica de la Presidencia de la República, María Estela Ríos González, pues quizá tuvo que dejar una paradisiaca playa o algún otro bello destino turístico, y suspender sus vacaciones para, primero, acudir a la ceremonia oficial por el aniversario luctuoso de Benito Juárez. Y después, para abrir por un momento su oficina, que estará cerrada hasta el 1 de agosto que termine su muy merecido periodo vacacional, para redactar una nota en la que acusó al Instituto Nacional Electoral (INE) de “actuaciones arbitrarias por presiones mediáticas o de índole político”, luego de que en el instituto dijo que la consejería jurídica se negó a recibir una notificación de medidas cautelares contra el Presidente, con el argumento de que habían salido de vacaciones. Al parecer, doña María, estaba ayer muy enchilada, y cómo no, pues las vacaciones son sagradas y se deben usar para relajarse, no para dedicarse a hacer notas aclaratorias.
Nos comentan que, aunque todo el mundo lo esperaba, ayer en Palacio Nacional Ernesto Prieto, director general del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), confirmó que dejará el puesto antes de que termine el año para buscar la candidatura de Morena a la gubernatura de Guanajuato. Nos recuerdan que, con esta salida y la llegada de un próximo director, el organismo creado por el presidente López Obrador, sumará cuatro directores. Algunos de ellos, salieron bajo señalamientos de corrupción y de robar al pueblo lo devuelto, o con el fracaso al no haber podido erradicar estas malas prácticas. Y, otro, Jaime Cárdenas, dejó el puesto para no convertirse en cómplice. Aún no se sabe quién llegará al cargo, pero algunos dicen que a ver si el Presidente no decide darle una misión más a las Fuerzas Armadas y designa a un militar como el quinto encargado del organismo.
Ayer le dejamos la pregunta acerca de si el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, acudiría o no a rendir cuentas ante el Poder Legislativo. Si usted era de los que consideró que el polémico funcionario esta vez sí atendería la convocatoria de los legisladores, se equivocó. Nos cuentan que la comunicación entre el subsecretario Hugo López-Gatell y la Cámara de Diputados, al menos con las instancias donde debería rendir cuentas, está muerta, y es que además de no presentarse a comparecer desde hace meses, tampoco les responde las invitaciones. Una vez más López-Gatell ignoró la convocatoria que le realizó la Cámara de Diputados para sostener una mesa de trabajo con los integrantes de la Comisión de Salud. Otros que siguieron su mal ejemplo son Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora del Instituto Nacional de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, acusado de irregularidades en las contrataciones; Alejandro Svarch Pérez, titular de la Cofepris, quien apenas hace unos meses fue señalado de generar un desabasto de medicamentos para tratar enfermedades mentales, por cerrar dos plantas de producción; y Pedro Zenteno, director del ISSSTE, institución que también ha tenido observaciones por irregularidades en sus licitaciones. No obstante, el caso de López-Gatell es emblemático porque, desde el año pasado, ha desdeñado todas las convocatorias que le han hecho los diputados.