¿Por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador permitió que un exagente del FBI fuera gobernador de Baja California?, cuestiona Jaime Martínez Veloz, autor del libro El impostor. Jaime Bonilla preso no. 13380. Penitenciaria de Tijuana, B.C., donde documenta y denuncia al exmandatario de Baja California y actual senador de la República por presuntos delitos.
En entrevista con EL UNIVERSAL, también acusa que el canciller y aspirante a la candidatura presidencial de Morena, Marcelo Ebrard, ignoró pruebas que le hizo llegar en 2019, que demostraban que a pesar de que en 2012 la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) le entregó el certificado de nacionalidad mexicana, Bonilla se inscribió como candidato a un cargo público en Estados Unidos, de 2012 a 2016.
En uno de los 11 capítulos del libro, que será presentado el próximo 17 de julio en Tijuana, Martínez Veloz afirma que el único propósito de ampliar su mandato de dos a cinco años era terminar “un gran negocio” a través de la construcción de una desalinizadora que tendría un costo de entre 60 y 80 millones de pesos, lo que finalmente no sucedió.
¿Cómo se convirtió Bonilla en agente del FBI?
—Él fue funcionario del gobierno norteamericano, director del Instituto de Agua de Otay, en San Diego, donde se vio envuelto en una serie de hechos de corrupción. Se ve involucrado en hechos donde lo incorporan como agente informante del FBI. Hay juicios en Estados Unidos donde el FBI reconoce que es su informante y donde Bonilla mismo declara que lo fue.
Una pregunta al Presidente de la República: ¿por qué permitió que un agente o exagente del FBI fuera gobernador de Baja California?
¿Por qué dice que Bonilla cometió perjurio?
—Él se registra con un certificado de nacionalidad mexicana que se le expide en el año 2012, con base en la ley de nacionalidad mexicana, pero está documentado cómo de 2012 a 2016, durante 10 ocasiones, él se registra en Estados Unidos para ser director del Distrito de Otay. Incluso, siendo diputado federal mexicano se inscribe del otro lado. Él, desde nuestro punto de vista, causa perjurio en México y en Estados Unidos.
Yo le haría una pregunta a Ebrard Casaubon, exsecretario de Relaciones Exteriores, nosotros le mostramos los documentos donde Bonilla se inscribía en Estados Unidos como candidato, después de que le entregaron el certificado de nacionalidad mexicana. Nunca nos contestó, oficialmente no tenemos una respuesta: Yo le preguntaría: ¿por qué no nos contestaste? Legalmente estás obligado a contestar.
¿Qué más documentó en el libro?
—Antes de que entrara como gobierno le descubrieron lo que llaman “moches”, anduvieron pidiendo dinero.
Lamentable para la sociedad bajacaliforniana fue cómo se involucra Bonilla en hacer un contrato con un despacho particular, dizque para hacer auditorías del agua. Llegaron a hoteles, maquiladoras, clínicas, tapaban el drenaje; supuestamente había auditorías no sustentadas en nada, para cobrarles cantidades millonarias.