En primer lugar, porque a estas alturas sienten en Morena que las llamadas “corcholatas”, en campaña tras la supuesta “coordinación de la cuarta transformación” a partir del próximo 6 de septiembre, no prenden ante la opinión pública y tienen que “apoyarse” en los recursos públicos —espectaculares y bardas incluidas— de los gobiernos estatales y municipales para hacer campaña interna.
Fallaron sus cálculos y hay preocupación, por eso la estrategia de tratar de desacreditar al Frente todos los días en la mañanera y ayudarles con el evento de masas disfrazado de aniversario del 1 de julio.
También porque por el lado del Frente Amplio las cosas sí van en serio y va a ganar la candidatura quien pase todos los filtros y cumpla con todos los pasos establecidos en la convocatoria sobre todo el de la competitividad electoral, para dar una buena pelea con reales posibilidades de triunfo el año entrante
¿No prenden los seis aspirantes a la candidatura de Morena?
No. No han hecho propuestas atractivas para la población, que espera de ellos definiciones más claras acerca de los temas de mayor preocupación como son: seguridad, salud y combate a la pobreza. Se han limitado a descalificar gobiernos y personajes y a prometer que seguirán el ejemplo del presidente de la República y darles continuidad a sus programas sociales (aunque ya sean constitucionales). Nada más.
Ahora se están presentando como militantes de Morena, sin el cargo público que ostentaban para el piso parejo (sic) y reconocen que no es lo mismo —sin la aureola del Poder— en la percepción de la gente que les organiza eventos y algo espera de ellos.
¿Y por qué no existen propuestas? Porque no se atreven a criticar al gobierno de su jefe y menos hablar de los asuntos pendientes en cinco años de gobierno. Además, temen quedar mal con quien finalmente va a decidir las candidaturas, y no hacen la mínima autocrítica de cómo va el sexenio. Por ejemplo: Prometieron, entre otras cosas, que los precios de las gasolinas no subirían en el sexenio y siguen al alza, a pesar de los enormes subsidios al IEPS, en función de las variaciones en el precio internacional del petróleo y las grandes importaciones de gasolina.
¿Y en materia de seguridad, qué dicen? Tampoco hay propuestas. Acusar a los delincuentes con sus mamás —y ahora con sus padres— no ha funcionado, y la violencia y el número de muertos siguen manteniendo cifras alarmantes, y no se ve para cuándo.
Las “corcholatas” no se atreven a señalar fallas del programa de seguridad porque no quieren alterar la relación personal con el presidente, muy sensible a estas alturas del sexenio a cualquier crítica externa o a cualquier riesgo de fractura en el proceso interno de su partido.
¿Y en materia de salud? Lo del “sistema de salud como en Dinamarca para todos los mexicanos” ya pasó a ser un insulto y, por lo que se ve, siguen sin entender la crisis y sin encontrarle la cuadratura al círculo del problema. Nadie ha explicado de dónde van a salir los recursos para el programa IMSS-Bienestar, y a la mayoría de los hospitales públicos todavía no les llega la nueva reglamentación. ¿De dónde se obtendrán los recursos para atender a la población abierta, esa que no disfruta (ni está afiliada) a algún servicio de seguridad social y depende del hospital público para las urgencias y las crisis? Nada dicen de esto.
¿Otras razones del temor de Morena al Frente Amplio?
Un gran temor es que las manifestaciones de la sociedad civil —no de los partidos— en defensa del INE y la democracia, pudieran reflejarse en el número de votos en contra del gobierno y sus candidatos, sobre todo ahora que las cifras del padrón electoral (al 23 de junio), registra 97.5 millones de mexicanos como votantes potenciales. Y no es gratuito: Las cifras electorales representan para ellos gran preocupación.
En cifras recopiladas por el historiador Héctor Aguilar Camín se demuestra que en 2021 las oposiciones (PRI, PAN, PRD y MC) lograron 22.9 millones de votos, el 46.6% contra el 42.8% de la alianza Morena-Verde-PT que solo logró 21 millones de votos.
También que en 23 elecciones de gobernador celebradas entre 2021 y 2023 las oposiciones lograron 12.91 millones de votos contra 12.61 de Morena y sus aliados, lo que nos da una diferencia de 300 mil votos a favor de las oposiciones.
Además, en 2021 la Alianza le ganó a Morena la mitad de la Ciudad de México e importantes capitales estatales.
Y eso que apenas iban a la mitad del sexenio, cuando todavía no experimentaban el desgaste que se observa ahora.
¿Qué más le preocupa a Morena del Frente Amplio? Que lleguen unidos y sin conflictos a la elección y con candidaturas competitivas. Por eso les han atizado duro en contra y usando recursos públicos como en las mañaneras del presidente, donde les han endilgado todo tipo de calificativos como “representan a la reacción”, “el que va a decidir es Claudio X. González”, “en el proceso interno del frente están inmiscuidos los ex presidentes Fox y Salinas de Gortari”, etcétera.
¿Y el temor es a pesar de las encuestas? La mayoría de las casas encuestadoras entraron en crisis de credibilidad a partir de la elección en el Estado de México, cuando le daban a la candidata de Morena ventajas de más de dos dígitos y la realidad demostró que solo fue una diferencia de 8 puntos porcentuales. Sí es cierto, que hasta antes de aparecer la propuesta de proceso interno del Frente Opositor, la narrativa sucesoria estuvo dominada por Morena, y las llamadas “corcholatas” y otros pensaron que para la elección del 2024 el arroz “ya estaba cocido” (HAC).
Pero no, no es así. Ahora la agenda diaria se reparte entre los viajes de los morenistas sin propuestas y los trabajos para conformar el Frente Amplio y los trabajos previos a la selección de los aspirantes.
Y a todo esto; ¿qué va a hacer el partido Movimiento Ciudadano? Eso nadie lo sabe, y muchos no se atreven a pronosticar al respecto.
En MC anuncian candidatura presidencial a partir de la primera semana de diciembre y sin saber por dónde se irán. Por lo pronto se sabe que ni los gobernadores de Jalisco y Nuevo León, ni el alcalde de Monterrey figurarán como candidatos… ¿De dónde saldrá entonces? ¿estarán esperando el desenlace de la candidatura oficial?
¿Qué podemos esperar entonces del temor de Morena al Frente Amplio Opositor? Muchos más ataques y descalificaciones, la fabricación de expedientes en contra de los aspirantes y culparlos de todos los problemas que hasta ahora permanecen sin solución para tratar de bajarles el ánimo competitivo. Se trata de una lucha descarnada por el poder y en esa lucha, hay mucho en juego. La historia de siempre, pero ahora reeditada a nombre del cambio, y de (of course) la transformación. De que hay temor, lo hay, ya lo veremos en lo que sigue.
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