Un derrame de crudo que equivale al menos a dos terceras partes del territorio de la Ciudad de México se detectó el 4 de julio en la Sonda de Campeche y, a pesar de que sigue creciendo, no ha sido reportado por Petróleos Mexicanos(Pemex).
Conforme un análisis realizado por el geógrafo Guillermo Tamburini, y el cual es respaldado por organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y Greenpeace México, el derrame se ubica muy cerca de donde se presentó el incendio del pasado 7 de julio.
Con base en imágenes satelitales, Tamburini dijo ayer en una conferencia de prensa virtual que para el 12 de julio la mancha del crudo derramado abarcaba una superficie aproximada de 400 kilómetros cuadrados y que para ayer, 17 de julio, podría haber crecido a mil kilómetros cuadrados, el equivalente a dos terceras partes de la CDMX.
El geógrafo con experiencia en temas petroleros reconoció que no se trata de un cálculo preciso y que el derrame podría ser mayor a lo estimado.
«Podría ser considerablemente mayor. Es difícil estimar este dato en un análisis veloz y sólo con teledetección», agregó.
Pablo Ramírez, especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México, criticó que Pemex no ofrezca información sobre el siniestro.
«La completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares.
«Al día de hoy no sabemos qué ocurrió y lo que causó esa explosión, y eso pasa con muchos derrames en la zona de los que nos enteramos sólo a través de imágenes satelitales», explicó Ramírez.
En esta Administración, y aunque los datos disponibles no están actualizados, los derrames aumentaron al pasar de 550 en 2018, a unos 850 en 2021.
Las revelaciones de Tamburini fueron avaladas por Alianza Mexicana contra el Fracking, CartoCrítica, Cemda, Greenpeace México, Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano, entre otros.
A las autoridades de Pemex se les consultó sobre el problema, pero hasta anoche no habían respondido.