El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, aseguró el martes que el organismo mexicano llegó a un acuerdo con la familia de la niña de seis años que murió aplastada en el elevador de un hospital de Playa del Carmen (Quintana Roo) la semana pasada. Robledo viajó el domingo a la ciudad de Tinum (Yucatán) para reunirse con los padres de la víctima y proponerle las medidas. “Tiene que conocerse la verdad sobre las causas del suceso. Tiene que haber justicia, establecerse responsabilidades. Esto no puede volver a ocurrir en ninguna parte del país”, afirmó el director del IMSS en un mensaje difundido en redes.
El organismo alcanzó una serie de acuerdos reparatorios con los padres, entre los que se encuentran: una atención médica y psicológica permanente, becas de estudio a los hermanos mayores de la familia (de 17 y 20 años) y ayudas económicas “que atienden a la medida afectiva y material”: “Por petición expresa de la familia estas no las haré publicas”. Además de esos acuerdos, la institución se comprometió a tomar medidas para que no se repitan sucesos de esta índole y a tener memoria de ello.
Los trágicos hechos ocurrieron en la noche del lunes 10 de julio. La niña, de seis años, era trasladada al área de hospitalización del centro del IMSS por un caso de dengue, una infección transmitida por la picadura de mosquito. Para ello, la subieron a un ascensor. Comenzó a subir con las puertas abiertas con las puertas abiertas cuando la camilla todavía no había entrado en el elevador. “Alrededor de las 22.30 horas, al ser trasladada, el elevador presentó una falla y la menor sufrió una presión que por lo mismo terminó ocasionando su sensible pérdida”, comentó entonces el delegado del IMSS en Quintana Roo, Leobardo Ureña.
El suceso llevó a que el organismo médico iniciara una investigación interna, que hasta el momento ha implicado a la empresa de mantenimiento y con la que tienen contratos en diversas delegaciones desde 2019 (Sitravem, contra la que puso una denuncia), y a la empresa Hitra, de la que adquirieron una serie de elevadores en 2016. “Esto no va a quedar impune. Aquí tenemos que dar con todos los responsables”, consideró Robledo.
El director también recordó las palabras que le dijo el padre de la menor, y las reprodujo en su mensaje: “Yo [el padre] confío en que si los resultados de las investigaciones le satisfacen a usted [Robledo], que también es papá. Si lo dejan tranquilo a usted, me dejarán tranquilo a mí. Si no es así, yo tampoco lo estaré”.
La muerte de la niña de seis años despertó la indignación en el país. Y tras el accidente, las autoridades detuvieron al camillero, al que acusaron en un principio de homicidio culposo. Aunque lo liberaron horas más tarde, debido a que los hechos que se investigaban no le responsabilizaban penalmente. En un video compartido en redes, el trabajador comentaba que él también era una víctima, ya que también quedó encerrado en el elevador: “Intenté rescatar a la bebé y lo intenté hacer porque todos somos padres. Tenía la edad de mi hijo menor”.