Francisco Garduño, aún titular del Instituto Nacional de Migración, presentó ayer el reacondicionamiento de la estación migratoria Las Agujas, en Iztapalapa, donde hizo un tibio mea culpa, a propósito del incendio en la estación de Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes y del que ha salido hasta ahora con proceso penal abierto, pero sin pisar la cárcel ni perder el cargo. “Tengo que recapacitar y que no se repitan los sucesos… Hay que humanizar estaciones migratorias”, dijo el funcionario. Menos mal que después de 40 muertos e incontables denuncias de maltrato y violaciones a los derechos humanos por parte de agentes de migración, don Francisco recapacita sobre su actuar y el del instituto que dirige. Vamos de gane.
Si hay un tema al que la maestra Delfina Gómez le está poniendo lupa en el proceso de transición, es el de la salud, nos dicen. La gobernadora electa del Estado de México, nos comentan, se reunió en días pasados con el Director General del IMSS, Zoé Robledo, y posteriormente con el Director General del ISSSTE, Pedro Zenteno, con el fin de llegar muy preparada a la reunión de transición y poder pedir cuentas del estado que guardan los servicios de salud en la entidad mexiquense, en especial en el ISSEMyM, y en temas como el de los hospitales inconclusos, el desabasto de medicamentos y las condiciones de la infraestructura. Tras la reunión de los equipos de transición, que se llevó a cabo el miércoles en Toluca, doña Delfina sostuvo ayer un encuentro con el secretario de Salud del gobierno federal, Jorge Alcocer. Es evidente la colaboración que la nueva gobernadora tendrá por parte del gobierno federal en este tema prioritario para los mexiquenses.
Nos cuentan que la decisión del tribunal electoral de desechar la anulación de la convocatoria del frente opositor, pero ordenar al INE lineamientos de fiscalización, dejó preocupados a las corcholatas de Morena y a los propios consejeros electorales. A las primeras, porque, aunque sus pre-pre-campañas ya llevan meses, si no es que años, las nuevas reglas también se las aplicarán a ellas, y, si todo sale como imaginan los magistrados, ahora sí sabremos quién pompó espectaculares, folletos, camisetas, gorras y peluches. Y en el caso de los consejeros, la preocupación es porque la semana que entra empiezan sus vacaciones y, una de dos: o se quedan a esperar la notificación y expedir las reglas, o se van bajo riesgo de tener que regresar antes de lo previsto. Nos cuentan que algunos ya traían las aletas y el visor puestos, y estaban en camino a alcanzar a la consejera jurídica de la Presidencia, Estela Ríos, quien desde la semana pasada cerró el changarro para tomar vacaciones.
El presidente López Obrador conmemoró ayer el centenario luctuoso de Pancho Villa en lo que fue la hacienda La Coyotada, en Durango, y nos cuentan que llamó la atención la presencia de su secretario particular, Alejandro Esquer, quien se mostró molesto, manoteó y se puso frente a una ambulancia para impedir su paso a La Coyotada. Nos detallan que estaba tan bravo que encaró a personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, a quienes les lanzó en tono enérgico: “respeten mis reglas y yo los respeto”. Nos dicen que no es la primera vez que el funcionario choca con elementos de las Fuerzas Armadas. Se pone bravo como el Centauro del Norte.