Existe una realidad ineludible de que el PRI a lo sumo podrá colar seis senadores por la vía plurinominal en 2024. Y la demanda es muy alta. Por eso Alejandro Moreno Cárdenas esboza un esquema que viene a decir que él otorgará las pluri siempre y cuando los beneficiados acepten ir a elecciones en sus Estados.
A simple vista parece un acuerdo justo el problema es que como la palabra de Alito está tan devaluada internamente, en general son pocos quienes confían en que el dirigente les termine cumpliendo, especialmente por el desface que existe entre la definición de las candidaturas por elección y las de lista.
Además hay ciertas creencias de que algún tipo de impugnación judicial ligada a las reformas electorales de la 4T puede descarrilar por completo este formato de acuerdos.
El dirigente se pone de ejemplo a él mismo. Dice que contenderá por el Senado en Campeche y además será el primer senador pluri. El problema es que la imagen negativa de Alito en su Estado es astronómica, producto de los escándalos ligados a su gubernatura y que además en esa geografía MC es competitivo. O sea, no es seguro que ingrese como tercer senador.
En Sonora quiere que Manlio Fabio Beltrones sea candidato al Senado con un esquema similar. Beltrones le dijo que lo pensará y ya desde hace algunas semanas está fuera del país.
Pretende lo mismo en Oaxaca con Alejandro Murat y en Coahuila con Miguel Ángel Riquelme. El primero no aceptará y se menciona que podría ingresar a un próximo gobierno de Morena. El segundo cree que después de su gran récord electoral de este año se merece la nominación pluri.
Esta instancia de los candidatos pluri es la última estación electoral significativa que le queda al PRI, lo cual habla mucho de la decadencia en la que se encuentra el instituto político de cara a 2024: el PRI no es competitivo en ninguna de las nueve gubernaturas en juego y es casi imposible que Enrique De la Madrid o Beatriz Paredes logren la nominación opositora.
Alito está al frente de un partido que ya es mínimo y de ahí la necesidad de buscar cualquier tipo de apoyo que lo legitime hacia la sociedad. Esto explicaría su notable sumisión a Claudio X. González en las últimas semanas ya que a pedido del magnate fue que bajó a Murat de la pelea por la candidatura y ubico en su lugar a De la Madrid.