Marcelo Ebrard ha anunciado que su salida de la Secretaría de Relaciones Exteriores es inminente y que el próximo 12 de junio dejará su cargo. El canciller ha presentado su renuncia en una conferencia de prensa este martes. La dimisión ha llegado en fechas críticas para la contienda interna de Morena y apenas un día después de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, convocara a una cena con una veintena de gobernadores y los cuatro aspirantes principales a la candidatura presidencial en 2024. Está previsto que el partido gobernante empiece a definir el método para seleccionar al candidato y las reglas de competencia este fin de semana.
“Quiero agradecer muy especialmente al presidente López Obrador su respaldo, su confianza, su generosidad, su orientación y su cercanía todos estos años, y así seguiremos los años por venir”, ha afirmado Ebrard, ante los medios de comunicación en el hotel Hilton de Ciudad de México. Las horas previas al anuncio estuvieron marcadas por el hermetismo. “Gracias a ese proceso de transformación que he vivido, también el privilegio de acompañar al presidente López Obrador, hoy podemos plantearnos que México alcance su grandeza, que se erradique la pobreza extrema, que se instale para siempre y permanezca la división entre los intereses, la separación entre los intereses y el espacio público y las decisiones públicas, y que estemos orgullosas y orgullosos de nuestro movimiento”, ha agregado.
El político, el segundo puesto en la carrera por la presidencia según la mayoría de los sondeos, había adelantado a finales de mayo que iba a presentar el 5 de junio una serie de propuestas sobre la metodología, los plazos y las preguntas de las encuestas que utilizará Morena para escoger a su candidato. Mario Delgado, el presidente del partido, le pidió que pospusiera el mensaje, en plena resaca tras las elecciones en Coahuila y el Estado de México. Horas después, se filtró la invitación de López Obrador a la plana mayor del bloque gobernante en El Mayor, un restaurante en el centro de la capital.
Fuentes de la Cancillería han dicho a EL PAÍS que Ebrard se reunió instantes antes del anuncio con sus colaboradores mas cercanos para comunicarles su decisión. Algunos mandos clave en Exteriores ya habían recibido el aviso de que “caería una sorpresa en estos días”, pero no tenían claridad sobre el día exacto en que presentaría la renuncia. Esas mismas fuentes confirmaron, como adelantó este diario, que el presidente había pedido a los aspirantes a la presidencia que renunciaran como condición para participar en la encuesta interna de Morena. El canciller ha sido el primero en dar el paso, convencido de que aún tiene opciones para hacerse con la postulación. “Sonrían, todo va a estar bien”, ha asegurado el secretario tras dar a conocer el mensaje, que duró apenas alrededor de 10 minutos y retirarse sin contestar preguntas de la prensa.
La instrucción de López Obrador de definir un candidato a más tardar en agosto marcó el inicio de la cuenta regresiva para la campaña de Ebrard, que puso el pie en el acelerador en las últimas semanas para escalar en las encuestas. Pese al llamado a “una tregua” desde la dirigencia de Morena hasta que terminara la batalla por las gubernaturas en Coahuila y el Estado de México, el tiempo apremiaba y el margen de maniobra para la remontada frente a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se reducía. “Para garantizar equidad, todos deberían estar fuera de sus cargos”, ha dicho Delgado tras el mensaje.
La mira está puesta ahora en la disputa por las reglas del juego con sus correligionarios. El partido en el Gobierno celebrará una sesión del Consejo Nacional el próximo 11 de junio para detallar la metodología con la que se elija al candidato o candidato de la agrupación, así como las fechas críticas del proceso. El equipo de Ebrard sabe que su fortaleza está en las preguntas sobre reconocimiento, es probablemente el aspirante más conocido entre la población, y peleará por darle peso a otros reactivos frente a otros en los que Sheinbaum está mejor posicionada.
El anuncio de su salida de Relaciones Exteriores pronto dejó en segundo plano la presentación de la propuesta metodológica. “Estoy muy contento porque veo con toda claridad que las propuestas que hicimos desde diciembre del año pasado van a reflejarse en la propuesta unitaria que tendremos el domingo”, dijo. Ebrard hizo énfasis en el compromiso de que todas las corcholatas se separen de sus cargo para no sacar ventaja de ellos, poner sobre la mesa sus propuestas y tener encuestas “transparentes y verificables”, que puedan ser corroboradas por las llamadas “encuestas espejo” para no dar espacio a dudas sobre quién es la persona más idónea.
“Me entusiasma participar en este gran movimiento, me enorgullezco ser parte de la Cuarta Transformación y también me entusiasma actuar con congruencia”, ha dicho en la recta final de su discurso. Entre los políticos que se dieron cita al anuncio estaban Santiago Nieto, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera; Martha Delgado, hasta hace unas semanas, subsecretaria de Derechos Humanos; la senadora Malú Micher, y el diputado Emmanuel Reyes Carmona, entre otros legisladores y militantes. Arropado por los suyos, Ebrard alzó los brazos en señal de victoria y se dijo listo para pelear por la presidencia, entre gritos de “¡Marcelo, Marcelo!”, “¡Vamos a ganar, vamos a ganar!” y “¡Presidente, presidente!”.