Arizona, uno de los estados más secos de Estados Unidos, está considerando un plan de 5,000 millones de dólares para desalinizar agua de mar en México y canalizarla hasta Phoenix. Este plan surge como una medida desesperada en respuesta a la disminución de las dos principales fuentes de agua de Arizona, el agua subterránea y el río Colorado, debido a la sequía, el cambio climático y el uso excesivo de agua.
La crisis del agua en Phoenix
El 1 de junio, el estado anunció que el área de Phoenix, la región de más rápido crecimiento en Estados Unidos, no tiene suficiente agua subterránea para sustentar todas las viviendas futuras que han sido aprobadas. Los funcionarios estatales están considerando destinar 750 millones de dólares iniciales al costo del proyecto de desalinización.
El debate sobre la desalinización
El proyecto, propuesto por una empresa israelí, ha sido objeto de debate durante años. Sin embargo, ahora se está considerando seriamente debido a las crecientes preocupaciones sobre la escasez de agua. Los ambientalistas argumentan que en lugar de importar agua de otro país, el estado debería proteger sus suministros limitados al tener menos jardines, menos piscinas y, tal vez, menos casas.
Impacto ambiental
La planta desalinizadora inundaría el norte del golfo de California con salmuera residual, amenazando una de las zonas pesqueras más productivas de México. También crearía un corredor del tamaño de una autopista a través de un monumento nacional de Estados Unidos y un sitio protegido por la UNESCO, establecido para proteger un ecosistema desértico frágil.
Datos complementarios
Además de los desafíos ambientales, el proyecto también enfrenta obstáculos políticos. El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, ha declarado que se opone al plan. Sin embargo, el gobierno federal tiene jurisdicción sobre el agua en México y el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó en enero que estaba abierto a la idea.
La empresa israelí detrás de la propuesta, IDE Technologies, ha trabajado con Goldman Sachs para recaudar el financiamiento necesario para el proyecto. La empresa ha solicitado a Arizona que firme un contrato de 100 años para comprar agua del proyecto de desalinización.
A pesar de las controversias y los desafíos, el proyecto de desalinización es actualmente la única oferta formal presentada a la agencia estatal que trata de conseguir más agua para Arizona. A medida que la población del estado sigue creciendo y la sequía se intensifica, es probable que se adopten medidas cada vez más drásticas para garantizar el suministro de agua.