Por Sonora transitan cada año, rumbo a la frontera con Estados Unidos, aproximadamente 25 mil personas. Y aunque ese flujo no se incrementó en la medida esperada en los dos principales pasos, por Nogales y San Luis Río Colorado, a causa del fin del Título 42, el gobierno estatal admitió su preocupación por los migrantes que utilizan la menos transitada y vigilada, pero más peligrosa, ruta de Sonoyta: ahí acecha el crimen organizado, que asalta y realiza secuestros masivos, así como extorsiones a las familias de sus víctimas.
Puertas como barricadas, con rollos de alambre de púas detrás, blindaban las entradas de la garita de Nogales, lugar de paso de México a Estados Unidos donde, igual que en San Luis Río Colorado, se realizaron ejercicios para simular situaciones de crisis para contención de migrantes, incluso midiendo tiempos y posibles situaciones fuera de control.
Eso contrastó con la imagen desolada que hasta el viernes 12 mostraron los puntos de paso en ambas ciudades, donde se esperaba vivir una situación similar al caos que se registró el año pasado, cuando miles de haitianos ocuparon particularmente San Luis.
Sonora es uno de los estados con mayor tránsito de personas migrantes, debido a la extensión territorial, así como las diversas rutas que no son tan controladas y saturadas. Pero además de la contención preventiva en la franja fronteriza, otro fenómeno incide en inhibir o silenciar el paso migratorio: los secuestros de las personas sin documentos y la extorsión a sus familias.
En semanas recientes, la fiscalía del estado informó de secuestros masivos de personas de origen centro y sudamericano; un grupo fue hallado en Sonoyta, ciudad ubicada a medio camino entre la franja fronteriza de esta entidad, que corre desde San Luis Río Colorado hasta Nogales.
El gobernador Alfonso Durazo habló de las rutas críticas para los migrantes en una declaración que hizo el viernes 12 sobre la coordinación con las autoridades federales y estatales para garantizar el flujo migratorio:
“No hay en este momento un flujo que pudiera estar por encima de las capacidades del estado, en este momento estamos reaccionando razonablemente bien y monitoreando el conflicto” (sic), comentó.
El mandatario estatal reconoció después la preocupación de su gobierno por el hecho de que los migrantes transiten por la ruta de Sonoyta:
“Nuestra preocupación es que los migrantes pudieran terminar utilizando la ruta de Sonoyta, y nos preocupa porque es la más crítica en términos de temperatura y cruza un desierto que pudiera llevarlos a una zona al margen del alcance de las instituciones que luego les prestan algún apoyo o respaldo”.