El caso Roxana Ruiz ha dado un giro inesperado en los últimos días. Después de ser sentenciada a seis años y dos meses de prisión por asesinar a su violador en defensa propia, la Fiscalía decidió desistir de la acción penal contra ella. Eso significa que Ruiz ha quedado absuelta de la pena que se le dictó y del pago de 285.000 pesos (16.000 dólares) que debía pagar a la familia de su agresor.
El caso ha indignado estas semanas a buena parte de la sociedad mexicana, en un país en el que son asesinadas 10 mujeres al día y en el que Ruiz pudo haber sido una estadística más. El mismo presidente López Obrador se pronunció a favor de concederle el indulto a la mujer si la sentencia era firme.
Finalmente, la presión mediática ha empujado a la Fiscalía del Estado de México (FGEM) a cambiar de parecer. En un comunicado, la FGEM decidió abandonar el caso como parte acusatoria y reconoció que Ruiz actuó para defender su vida y que su conducta estaba “exenta de responsabilidad penal porque actuó en legítima defensa”.
Este martes se ha llevado a cabo la audiencia para sobreseer el caso y dar carpetazo al asunto. La contraparte tiene tres días para apelar esta decisión. De ser así, el caso podría seguir abierto, aunque Ruiz llevaría su proceso en libertad, como lo ha hecho hasta ahora, desde que se dictara su salida de prisión preventiva en febrero de 2022. La joven oaxaqueña pasó nueve meses encerrada en la prisión Bordo de Xochiaca.
Desde temprano, grupos de mujeres y colectivas feministas en apoyo a Ruiz, como el grupo ‘Nos queremos Vivas Neza’ se han manifestado frente a los juzgados de control de Nezahualcóyotl para brindarle su apoyo. A las 15.00 horas Ruiz en compañía de su abogado, abandonaba los juzgados claramente emocionada. Cada vez más cerca de alcanzar su libertad.