Productores de trigo y maíz de Sonora y Sinaloa afirman que fueron abandonados por sus respectivos gobiernos estatales y el gobierno federal por lo que advierten está en riesgo la seguridad alimentaria de los mexicanos. Tanto trigo como el maíz son ingredientes básicos en la alimentación de la población y se traduce específicamente en pan, pastas y tortillas.
En los últimos dos años el precio del maíz subió 44% mientras que el del trigo aumentó 22%. El aumento del precio de la gasolina y los fertilizantes los puso en desventaja comercial. El calor y falta de agua suficiente los puso en desventaja agrícola. Y, rematan, a nivel internacional el TMEC los colocó en desventaja y la falta de insumos se agravó con la guerra entre Ucrania y Rusia. En este contexto, México abrió la importación de trigo y maíz lo que los hundió más.
“Lo que pasa es que el gobierno decidió aliarse hace unos 8 o 7 meses con los grandes importadores de alimentos para combatir la inflación. Les dejó, libre de aranceles, importar lo que quisieran en las condiciones que quisieran y sin ninguna regulación, con la promesa de que ayudarían a combatir la inflación al no pagar aranceles. En una analogía, es como entregar el banco de sangre a Drácula con la confianza de que no se va a tomar la sangre. Pero eso no va a pasar”, afirmó Alberto Vizcarra, integrante de la Mesa Directiva del Movimiento Ciudadano por el Agua en el Valle del Yaqui, Sonora.
Los detalles
En Sonora los productores de trigo y maíz consideraron en abril la necesidad de una reunión con el gobernador de Morena, Alfonso Durazo. Él se comprometió a mediar el apoyo de las autoridades federales (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Segalmex Seguridad Alimentaria y la Secretaría de Hacienda). Pero condicionó el apoyo a cambio de no realizar protestas sobre el tema.
Vizcarra relató que en este sexenio los precios de ambos granos cayeron entre el 40 y 50% y que se incrementó su costo en los precios de producción por el aumento en los costos de los insumos que se importan desde Europa del este. “No es solo caída de los precios sino también de los costos de producción. El gobierno se lavó las manos y dijo yo no protejo la agricultura comercial, pero él ha dado la espalda al sector primario de los granos básicos”.
Ramón Lizárraga, presidente de la Asociación de Productores Unidad para la Transformación Agropecuaria y Pesquera, precisó que los afecta también que el gobierno federal no cuente aún con la fórmula para definir el precio al productor de la tonelada de maíz de precio y trigo. Y que este, al determinarse con referencia a los precios internacionales, les hace perder a ellos y ganar a las grandes empresas molineras.
“El maíz convertido en tortilla nos cuesta a los mexicanos 26 o 28 el kilo, pero a nosotros nos pretenden pagar el precio de referencia internacional de alrededor de 5 mil 300 pesos. Es decir, nos quieren pagar entre el 20 y 25% del precio de la cadena de valor”, explicó.
“En el caso del trigo nos pretenden pagar a precio de referente internacional de 4 mil 800 pesos cuando el kilo de harina cuesta alrededor de 30 pesos. Es decir, cosechamos con insumos nacionales y nos quieren pagar a precio internacional como herencia del TMEC”. Y agregó que las compañías transnacionales abusaron del precio de las semillas: la de maíz pasó en 3 años de 3 mil pesos (la bolsa de 50 mil semillas) a 5 mil 500.
“Los grandes ganones que no toca el gobierno son los dueños de los molinos, estamos hablando de Minsa, Maseca, Cargill la gran comercializadora internacional, que nos compran el producto a precio internacional y ellos nos están vendiendo a precio nacional. Hasta ahorita los gobiernos de la cuarta transformación no los han tentado absolutamente para nada, ni han sido capaces de sentarlos en el banquillo de las negociaciones para establecer una cadena de valor realista”.
Consideraron que eso ocurre por contubernio con los grandes funcionarios o el temor por el poder económico que significan en materia de alimentación.
Oídos sordos
Vizcarra lamentó que el gobierno no atienda la emergencia y señaló que para definir una nueva política de precios para el campo y la alimentación de los mexicanos, no se puede utilizar como referencia los precios en la Bolsa de Chicago como ocurre desde la firma de Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
“Todo esto está generando una crisis y las zonas más afectadas son aquellas que tienen mayor volumen de producción de ambos granos; Sonora representa más de 2 millones de toneladas de trigo y Sinaloa representa más de 6 millones de toneladas de maíz. Aunque en otros estados los números son menores, eso no reduce la gravedad”.
En septiembre de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador fijo precios de garantía para maíz, frijol, trigo y arroz y aseguró que se beneficiaría a campesinos y pequeños productores. Dos años después, en junio de 2021, el gobierno federal informó que de otoño de 2020 a invierno de 2021 se sembraron 236 mil 643 hectáreas y que esto representó un incremento de 4 mil hectáreas más en comparación con el ciclo 2019-2020.
Aseguró que influyó favorablemente el clima frío que se registró y que Sonora ocupó en aquel momento el primer lugar en la producción de trigo al generar el 53% del total nacional.
Hoy el escenario es otro; el clima caluroso no ha sido benéfico y en los últimos días la temperatura promedio ronda entre los 30 grados centígrados. La falta de agua suficiente ha impactado también en las cosechas.
En marzo de 2022 el conflicto entre Rusia y Ucrania generó un alza en el costo de ambos alimentos lo que afectó a México. Hasta hace unos meses el precio promedio por tonelada de trigo y maíz era de 8 mil pesos. Ahora ambos se cotizan entre 6 mil 900 y 7 mil pesos lo que significa una pérdida de mil pesos por cada tonelada. En marzo su costo llegó a rondar los 5 mil pesos; paradójicamente, en la Bolsa de Chicago el precio por tonelada de maíz llegó a 8 mil pesos mientras que del trigo fue poco más de 10 mil.
“Vaya manera de matar a la gallina de los huevos de oro para combatir la inflación, es un contrasentido que un programa antiinflacionario se base en la destrucción de los programas nacionales”, describió Vizcarra.
El gobernador Durazo justificó recientemente que el precio fue adverso para los productores por no comprar las coberturas por tonelada necesarias. Pero los productores consideran que la política del gobierno federal en materia de campo, no está dando los resultados que esperan.
“Mañana un contingente importante de productores del sur de Sonora irá a la parte norte de Sinaloa para encontrarse con productores de la región. Ellos han llevado una protesta en Topolobampo para desbloquear el acceso al puerto, que es donde se abastece de combustible gran parte de la zona Pacífico”, adelantó Vizcarra. Pero no descartan tomar otro tipo de instalaciones.